Mi bisabuelo, MANUEL DE JESUS NIN PEREZ, procreò, entre otros hijos, a mis tìos abuelos JOSE, ENERIO, AQUILINO, MANUEL DOLORES (Lolò), MANUEL (Pajarito), MIGUEL (Chelo), GUILLERMO, FRANCISCO LORETO (Siquìn), LUIS MARIANO, ARCADIO, MARIA, DULCE, JULIA (Nenena) Y MADAMA (Mamama), algunos de los cuales tuve el privilegio de conocer.
Respecto a Enerio Nin, conocí la historia, que en los primeros años de la Era de Trujillo, cuando comenzó a habilitarse la Industria Azucarera Dominicana, al Ingenio Barahona, como a todos los ingenios, llegaron asesores operativos cañeros con fines de instruir y coercionar al trabajador criollo, como una vieja costumbre desde los tiempos en que los invasores norteamericanos se involucraron en el negocio del azúcar durante su intervención a nuestro país en el 1916. Uno de ellos, de apellido Kory, a quien identificaban como ``Míster Kory``, trataba a ``patadas`` y ``galletas`` al trabajador de la caña, no importándole el rango o la posición. Su condición de norteamericano, cuando apenas estábamos en el umbral de la dictadura y todavía no se había pagado la deuda externa, le daban a este señor un sitial preeminente. Cuando a algún funcionario o trabajador le decìan que ``Mister Kory`` queria verlo, llegaban sudorosos y ``mojados`` ante el feudal. Ese poder perdurò hasta el dìa en que se juntò con Enerio Nin en un campo denominado ``La Colonia``, llamando a èste con actitud prepotente, amonestàndolo y, mientras lo hacìa, se le acercaba, ``lo barbeaba``, recibiendo un inesperado empujòn de parte de Nin que le hizo caer a un canal de riego, mientras lo retaba a levantarse para que peleara como hombre. El extranjero desde el suelo levantò su vista y pudo constatar que quien lo tumbò era grande y fuerte, de buen comer, menos pendejadas a nadie, sobre todo a extraños.
Segùn se rememora, de ahì en adelante, cuando alguien recibìa la noticia de que ``Mister Kory`` procuraba su presencia, lo tomaba sin apuros... muchas veces murmuraban: ``que se aguante...``, en cambio, cuando hablaba Enerio Nin, el corre, corre, no se hacìa esperar.
El primero en seguir los paso de sus ancestros en relaciòn a la produciòn de azùcar, fue mi abuelo, cuando disgustado con su padre, quien le reprochara su aficiòn al juego, huyò de los predios de ``La Angostura``, y el destino, aunque de manera forzada, lo llevò al Este del paìs, donde se desarrollò empìricamente como tècnico cañero. Al comenzar a habilitarse esa industria en Barahona, un amigo le aconsejò aprovechar esa coyuntura y regresar junto a los suyos. Al hacerlo, se enterò que ya su progenitor habìa fallecido. Con la primera persona que mi abuelo tuvo contacto fue con uno de esos gringos mandones. ¿En què quiere usted trabajar...?, le pregunta el jefote a mi abuelo, ¿Què sabe hacer...?, le replica. ``En materia de caña, todo...``. Responde. Entonces, se inicia como cabeza de cuadrilla de hombres que, a punta de machete y al pago de ``un clavao``, equivalente a 0.20 centavos diarios, hacìan trillos en esos montes vìrgenes y amargos, para convertirlos en el dulce que le dio poder y soberanìa al Estado dominicano. Y, ¿Por què no?, anduvieron por sus fueros las ìnfulas de un poder omnìmodo.
Manuel Nin (Pajarito), persona de no menos autoridad, era manso, sensible y cariñoso con los suyos, emotivo, como lo fue mi tìa Julia Nin (Nenena), hasta el dìa de su muerte.
Todos ellos, sustentaron la base de una sola familia compuesta hoy y siempre de profesionales, oficiales militares y policiales, diligentes mujeres y hombres, padres y madres de familia, de los que siento mucho orgullo.
Se destacan, entre otros, el diputado Orangel Nin Matos, Cèsar Sandino Nin Batista, Bienvenido Nin Matos, Nèstor Augusto Nin Batista, Argentina Nin de Boyer, Margarita Nin de Ulloa, Lillian Virtudes Nin Batista, Elisa de los Angeles Nin Batista, Manuel de Jesùs Nin Batista, Cristobal Wilson Nin Batista, Daniel Salvador Nin Batista, coronel Carlos M. Santos Nin, E.N., Capitàn M. de G. Hèctor Santos Nin, Lic. Amantina Santos Nin. Generales Manuel de Jesùs Nin Melo, Sergio Humberto Nin Melo, P.N., Ing. Julio Cèsar Nin Rodrìguez, E.N., Carlos Romero Nin, P.N., Dr. Nin Cavallo, E.N., generala Ing. Maritza Nin Ferreras, P.N., los coroneles Lidio Nin Terrero, quien luego de prestar servicios por muchos años en la Embajada Americana, fue puesto en retiro, Salvador Nin Cuevas, P.N., Pedro Nin, E.N., Manuel Enrique Nin Matos, M. de G., Lic. Daniel R. Nin Algarrobo, F.A.D., Coronel Edìgen Nin, Capitàn de Fragata Celestino Nìn Fèliz, los tenientes Teodulo Tasiano Nin Batista, E.N., Lucas Nin Matos, P.N., administrador de varios ingenios azucareros en el paìs, durante la tiranìa de Trujillo, incluyendo el Ingenio Barahona, Teniente Silverio Nin Sosa, E.N., destacado oficial constitucionalista de la guerra de abril de 1965, Teniente Mario Nin Melo, Sargento Manuel Dario Nin Batista, entre otros militares y policìas. Se destacan tambièn Agustìn Nin Vidal, Pedro Nin Cuevas, Lesbia Nin Batista, los Martì Nin, doctores Alfredo, Luis, Ingeniero Gilberto, Manuel, Miguel y Margarita Martì Nin., Bèlgica Nin y los Màtos Nin, Manolìn, Miriam y los Mellizos, Ingeniero Wilson Nin (Cuison), doctor Eladio A. Romero Nin (Tatico), Zoila Nin de Pèrez, los Pèrez Nin, Newton, Nekeline, Manuela, Licenciado Wilson Nin Reyes, Ingeniero Wilson Ulloa Nin, Licenciado Rubèn Salvador Nin Algarrobo, Noemì Nin, Licenciado Rubèn Darìo Nin Nùñez, doctor Nèstor Nin Nùñez, Xiomara Nin Carbonel, Ingeniero Nèstor A. Nin Mateo, los Nin Volquez, los Nin Henriquez, los Boyer Nin (Nurys, Adolfo, Mery, Rosy y Ruth), Màximo Nin, Marìa Nin de Nin, Nelson Nin Melo, Guarionex Nin Melo (Guarino), Alejandro Nin Melo, Estela Nin de Tamburini, Groenlandia (Gro), Geo, Angèlica, Arturo (Turìn), los Nin Beltre (Dulcita, Zamaria, Josè Manuel, Alejandro), los Nin Pèrez (Briseida, Darìo y Bethania), los Melo Nin (Dulcita, Evelia y Belisario), Odeida, Leonìn y Mirian Nin Melo, Artemia Nin Vda. Aquino, Ingeniero Abel Aquino Nin, Eulogio, Adela, Vinicio y David Nin, los Tavarez Nin (Mirian, Raulìn, Ramòn, Francis, Licet, Claritza y Clamilis), Josè Guarionex Nin (Tronco de los Mota Nin), Ambrosio y Rafaela Nin Màtos, Luz Nin, Rogelia Nin, Otilia Nin y Nin, Marìa Nin de Santos, Rafael Nin y Nin... un gran etcètera.
Tuve que dejarlo ahì, porque la lista es interminable, pero recuerdo a Manuel Dario Nin Batista, que siendo comandante de puesto de la comunidad ``El Mamey``, en Puerto Plata, habiendo recibido su ascenso el dìa de la policìa, el dos de noviembre de 1969, resultò muerto a ``quemarropa`` por el raso del mismo cuerpo Persio de Js. Nùñez, cuando Nin celebraba con unos tragos y recibìa las felicitaciones de amigos y allegados. Su subalterno Nùñez se le acerco ``con los mismos fines``, sorprendiendo a Nin en su buena fe, quien al momento de abrazarlo con efusividad, recibiò un disparo que le perforò el hìgado. En ese entonces, quien escribe, estaba en edad infantil, y quedase en mi alma como un puñal tal acto aberrado de traiciòn y cobardìa. Mi abuelo recibiò las condolencias sentado en su mecedora, en el trasiego de la casa, vestìa de crema, botas de montar y sombrero de alas anchas, el que ligeramente se empujaba hacia atràs, mientras pensativo mordìa un tabaco habanero. Cuando Buenaventura Màtos lo abraza y le ofrece su pesar, aquèl responde: ``Gracias Turita, gracias... se dejò mi hijo matar... de pendejo``..
En el capìtulo ``El Tesoro de don Chepe``, de la citada obra, se habla de dos tinajas llenas de oro en Duvergè, enterradas en la propiedad de Manuel Dolores Nin, uno de mis tìos abuelos, que no expresa màs, a nuestro entender, el nivel cultural de nuestros pueblos, sus creencias, mitos y leyendas.
A manera de post data, señala , que el doctor Porfirio Dante Castillo, dice que fue en ``La Angostura``, en una propiedad de Josè Florencio Pèrez (Don Chepe), mi sexto abuelo, hoy heredada por el destacado jurista con todo y tesoro...``. ¿Por què se supone Dante Castillo heredero...?, pues èste era primo hermano de mi madre, hijo natural de mi tìo abuelo Josè Nin, quien falleciò dejàndolo pequeño con su hermana gemela Viola, alias ``Negrita``. Josè Nin trabajaba en la industria azucarera y una mañana, sintièndose mal se montò en un ``Buda``, carro con forma alegòrica al budismo que se usaba como transporte en los rieles ferroviarios de la caña. Un compañero de trabajo le hizo tomar una pastilla que no evitò que llegara muerto... La madre del doctor Porfirio Dante Castillo fue la señora Marìa Joaquina Castillo.
Siguiendo con otros datos del libro ``Fundaciòn de Duvergè y Otros Temas``, del doctor en medicina y alto oficial militar RAFAEL LEONIDAS PEREZ Y PEREZ, señala que ``Duvergè fue primeramente hato. En 1772, los esposos Doña MARIA DEL PULGAR y Don CRISTOBAL PEREZ, hateros españoles, figuran en el Amparo Real, radicados temporalmente en el sitio hato de Bermesì, con algunos parientes y numerosos esclavos africanos. Lo fundan y recibe el nombre (En distintas èpocas) de Hato de CRISTOBAL PEREZ y MARIA DEL PULGAR``, Hato de las Damas``, ``El Cercado de las Damas``, ``El Cercado de Capitanejo`` hasta 1891, que recibe el de Duvergè, en honor al ``Centinela de la Frontera``, como llamò el doctor Joaquìn Balaguer al general Antonio Duvergè.
Refiere asimismo, que ``el historiògrafo y jurista, doctor Porfirio Dante Castillo, en su trabajo titulado ``Don Josè Florencio Pèrez (1796) Alcalde Mayor Ordinario Insular``, nos indica que el sitio ``Capitanejo``, comprende desde las minas de sal en ``Las Salinas`` de Neiba hasta el rìo Berbesì, frente al Cerro Capitanejo, colindando con el ``Cerro de las Damas``, por el oeste, hasta ``Las Floridas`` o ``Cerro de don Chepe``. Agrega que: ``Todo hace pensar que el principal centro residencial de don Chepe- JOSE FLORENCIO PEREZ- era ``La Angostura``, donde segùn las consejas de abuelos, tenìa inmensidad de pavos y por cuyo sitio, segùn se cree, en antaño corrìa el rìo ``Las Damas``, tenièndo aùn una cuenca o lecho desde ``Puerto Escondido`` hasta el ``Arroyo del Cañaveral``, màs grande que el actual, por el posible desvìo debido a un movimiento sìsmico``. Algunos creen, señala el doctor Dante Castillo, que ``Las Damas`` o Duvergè, fue fundado originalmente en el actual ``La Angostura``, y que al desviarse el rìo indicado, hubo el traslado adonde està hoy``.
Respecto a Enerio Nin, conocí la historia, que en los primeros años de la Era de Trujillo, cuando comenzó a habilitarse la Industria Azucarera Dominicana, al Ingenio Barahona, como a todos los ingenios, llegaron asesores operativos cañeros con fines de instruir y coercionar al trabajador criollo, como una vieja costumbre desde los tiempos en que los invasores norteamericanos se involucraron en el negocio del azúcar durante su intervención a nuestro país en el 1916. Uno de ellos, de apellido Kory, a quien identificaban como ``Míster Kory``, trataba a ``patadas`` y ``galletas`` al trabajador de la caña, no importándole el rango o la posición. Su condición de norteamericano, cuando apenas estábamos en el umbral de la dictadura y todavía no se había pagado la deuda externa, le daban a este señor un sitial preeminente. Cuando a algún funcionario o trabajador le decìan que ``Mister Kory`` queria verlo, llegaban sudorosos y ``mojados`` ante el feudal. Ese poder perdurò hasta el dìa en que se juntò con Enerio Nin en un campo denominado ``La Colonia``, llamando a èste con actitud prepotente, amonestàndolo y, mientras lo hacìa, se le acercaba, ``lo barbeaba``, recibiendo un inesperado empujòn de parte de Nin que le hizo caer a un canal de riego, mientras lo retaba a levantarse para que peleara como hombre. El extranjero desde el suelo levantò su vista y pudo constatar que quien lo tumbò era grande y fuerte, de buen comer, menos pendejadas a nadie, sobre todo a extraños.
Segùn se rememora, de ahì en adelante, cuando alguien recibìa la noticia de que ``Mister Kory`` procuraba su presencia, lo tomaba sin apuros... muchas veces murmuraban: ``que se aguante...``, en cambio, cuando hablaba Enerio Nin, el corre, corre, no se hacìa esperar.
El primero en seguir los paso de sus ancestros en relaciòn a la produciòn de azùcar, fue mi abuelo, cuando disgustado con su padre, quien le reprochara su aficiòn al juego, huyò de los predios de ``La Angostura``, y el destino, aunque de manera forzada, lo llevò al Este del paìs, donde se desarrollò empìricamente como tècnico cañero. Al comenzar a habilitarse esa industria en Barahona, un amigo le aconsejò aprovechar esa coyuntura y regresar junto a los suyos. Al hacerlo, se enterò que ya su progenitor habìa fallecido. Con la primera persona que mi abuelo tuvo contacto fue con uno de esos gringos mandones. ¿En què quiere usted trabajar...?, le pregunta el jefote a mi abuelo, ¿Què sabe hacer...?, le replica. ``En materia de caña, todo...``. Responde. Entonces, se inicia como cabeza de cuadrilla de hombres que, a punta de machete y al pago de ``un clavao``, equivalente a 0.20 centavos diarios, hacìan trillos en esos montes vìrgenes y amargos, para convertirlos en el dulce que le dio poder y soberanìa al Estado dominicano. Y, ¿Por què no?, anduvieron por sus fueros las ìnfulas de un poder omnìmodo.
Manuel Nin (Pajarito), persona de no menos autoridad, era manso, sensible y cariñoso con los suyos, emotivo, como lo fue mi tìa Julia Nin (Nenena), hasta el dìa de su muerte.
Todos ellos, sustentaron la base de una sola familia compuesta hoy y siempre de profesionales, oficiales militares y policiales, diligentes mujeres y hombres, padres y madres de familia, de los que siento mucho orgullo.
Se destacan, entre otros, el diputado Orangel Nin Matos, Cèsar Sandino Nin Batista, Bienvenido Nin Matos, Nèstor Augusto Nin Batista, Argentina Nin de Boyer, Margarita Nin de Ulloa, Lillian Virtudes Nin Batista, Elisa de los Angeles Nin Batista, Manuel de Jesùs Nin Batista, Cristobal Wilson Nin Batista, Daniel Salvador Nin Batista, coronel Carlos M. Santos Nin, E.N., Capitàn M. de G. Hèctor Santos Nin, Lic. Amantina Santos Nin. Generales Manuel de Jesùs Nin Melo, Sergio Humberto Nin Melo, P.N., Ing. Julio Cèsar Nin Rodrìguez, E.N., Carlos Romero Nin, P.N., Dr. Nin Cavallo, E.N., generala Ing. Maritza Nin Ferreras, P.N., los coroneles Lidio Nin Terrero, quien luego de prestar servicios por muchos años en la Embajada Americana, fue puesto en retiro, Salvador Nin Cuevas, P.N., Pedro Nin, E.N., Manuel Enrique Nin Matos, M. de G., Lic. Daniel R. Nin Algarrobo, F.A.D., Coronel Edìgen Nin, Capitàn de Fragata Celestino Nìn Fèliz, los tenientes Teodulo Tasiano Nin Batista, E.N., Lucas Nin Matos, P.N., administrador de varios ingenios azucareros en el paìs, durante la tiranìa de Trujillo, incluyendo el Ingenio Barahona, Teniente Silverio Nin Sosa, E.N., destacado oficial constitucionalista de la guerra de abril de 1965, Teniente Mario Nin Melo, Sargento Manuel Dario Nin Batista, entre otros militares y policìas. Se destacan tambièn Agustìn Nin Vidal, Pedro Nin Cuevas, Lesbia Nin Batista, los Martì Nin, doctores Alfredo, Luis, Ingeniero Gilberto, Manuel, Miguel y Margarita Martì Nin., Bèlgica Nin y los Màtos Nin, Manolìn, Miriam y los Mellizos, Ingeniero Wilson Nin (Cuison), doctor Eladio A. Romero Nin (Tatico), Zoila Nin de Pèrez, los Pèrez Nin, Newton, Nekeline, Manuela, Licenciado Wilson Nin Reyes, Ingeniero Wilson Ulloa Nin, Licenciado Rubèn Salvador Nin Algarrobo, Noemì Nin, Licenciado Rubèn Darìo Nin Nùñez, doctor Nèstor Nin Nùñez, Xiomara Nin Carbonel, Ingeniero Nèstor A. Nin Mateo, los Nin Volquez, los Nin Henriquez, los Boyer Nin (Nurys, Adolfo, Mery, Rosy y Ruth), Màximo Nin, Marìa Nin de Nin, Nelson Nin Melo, Guarionex Nin Melo (Guarino), Alejandro Nin Melo, Estela Nin de Tamburini, Groenlandia (Gro), Geo, Angèlica, Arturo (Turìn), los Nin Beltre (Dulcita, Zamaria, Josè Manuel, Alejandro), los Nin Pèrez (Briseida, Darìo y Bethania), los Melo Nin (Dulcita, Evelia y Belisario), Odeida, Leonìn y Mirian Nin Melo, Artemia Nin Vda. Aquino, Ingeniero Abel Aquino Nin, Eulogio, Adela, Vinicio y David Nin, los Tavarez Nin (Mirian, Raulìn, Ramòn, Francis, Licet, Claritza y Clamilis), Josè Guarionex Nin (Tronco de los Mota Nin), Ambrosio y Rafaela Nin Màtos, Luz Nin, Rogelia Nin, Otilia Nin y Nin, Marìa Nin de Santos, Rafael Nin y Nin... un gran etcètera.
Tuve que dejarlo ahì, porque la lista es interminable, pero recuerdo a Manuel Dario Nin Batista, que siendo comandante de puesto de la comunidad ``El Mamey``, en Puerto Plata, habiendo recibido su ascenso el dìa de la policìa, el dos de noviembre de 1969, resultò muerto a ``quemarropa`` por el raso del mismo cuerpo Persio de Js. Nùñez, cuando Nin celebraba con unos tragos y recibìa las felicitaciones de amigos y allegados. Su subalterno Nùñez se le acerco ``con los mismos fines``, sorprendiendo a Nin en su buena fe, quien al momento de abrazarlo con efusividad, recibiò un disparo que le perforò el hìgado. En ese entonces, quien escribe, estaba en edad infantil, y quedase en mi alma como un puñal tal acto aberrado de traiciòn y cobardìa. Mi abuelo recibiò las condolencias sentado en su mecedora, en el trasiego de la casa, vestìa de crema, botas de montar y sombrero de alas anchas, el que ligeramente se empujaba hacia atràs, mientras pensativo mordìa un tabaco habanero. Cuando Buenaventura Màtos lo abraza y le ofrece su pesar, aquèl responde: ``Gracias Turita, gracias... se dejò mi hijo matar... de pendejo``..
En el capìtulo ``El Tesoro de don Chepe``, de la citada obra, se habla de dos tinajas llenas de oro en Duvergè, enterradas en la propiedad de Manuel Dolores Nin, uno de mis tìos abuelos, que no expresa màs, a nuestro entender, el nivel cultural de nuestros pueblos, sus creencias, mitos y leyendas.
A manera de post data, señala , que el doctor Porfirio Dante Castillo, dice que fue en ``La Angostura``, en una propiedad de Josè Florencio Pèrez (Don Chepe), mi sexto abuelo, hoy heredada por el destacado jurista con todo y tesoro...``. ¿Por què se supone Dante Castillo heredero...?, pues èste era primo hermano de mi madre, hijo natural de mi tìo abuelo Josè Nin, quien falleciò dejàndolo pequeño con su hermana gemela Viola, alias ``Negrita``. Josè Nin trabajaba en la industria azucarera y una mañana, sintièndose mal se montò en un ``Buda``, carro con forma alegòrica al budismo que se usaba como transporte en los rieles ferroviarios de la caña. Un compañero de trabajo le hizo tomar una pastilla que no evitò que llegara muerto... La madre del doctor Porfirio Dante Castillo fue la señora Marìa Joaquina Castillo.
Siguiendo con otros datos del libro ``Fundaciòn de Duvergè y Otros Temas``, del doctor en medicina y alto oficial militar RAFAEL LEONIDAS PEREZ Y PEREZ, señala que ``Duvergè fue primeramente hato. En 1772, los esposos Doña MARIA DEL PULGAR y Don CRISTOBAL PEREZ, hateros españoles, figuran en el Amparo Real, radicados temporalmente en el sitio hato de Bermesì, con algunos parientes y numerosos esclavos africanos. Lo fundan y recibe el nombre (En distintas èpocas) de Hato de CRISTOBAL PEREZ y MARIA DEL PULGAR``, Hato de las Damas``, ``El Cercado de las Damas``, ``El Cercado de Capitanejo`` hasta 1891, que recibe el de Duvergè, en honor al ``Centinela de la Frontera``, como llamò el doctor Joaquìn Balaguer al general Antonio Duvergè.
Refiere asimismo, que ``el historiògrafo y jurista, doctor Porfirio Dante Castillo, en su trabajo titulado ``Don Josè Florencio Pèrez (1796) Alcalde Mayor Ordinario Insular``, nos indica que el sitio ``Capitanejo``, comprende desde las minas de sal en ``Las Salinas`` de Neiba hasta el rìo Berbesì, frente al Cerro Capitanejo, colindando con el ``Cerro de las Damas``, por el oeste, hasta ``Las Floridas`` o ``Cerro de don Chepe``. Agrega que: ``Todo hace pensar que el principal centro residencial de don Chepe- JOSE FLORENCIO PEREZ- era ``La Angostura``, donde segùn las consejas de abuelos, tenìa inmensidad de pavos y por cuyo sitio, segùn se cree, en antaño corrìa el rìo ``Las Damas``, tenièndo aùn una cuenca o lecho desde ``Puerto Escondido`` hasta el ``Arroyo del Cañaveral``, màs grande que el actual, por el posible desvìo debido a un movimiento sìsmico``. Algunos creen, señala el doctor Dante Castillo, que ``Las Damas`` o Duvergè, fue fundado originalmente en el actual ``La Angostura``, y que al desviarse el rìo indicado, hubo el traslado adonde està hoy``.
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