jueves, 23 de julio de 2020

SAETAS QUE VUELAN DE DÍA...

Sigue el silencio haciendo ruidos, sepulcrales, dándonos fuerte en el rostro con los recuerdos; observo camas de espaldares arqueados cuya madera cruje como si descansara con los misterios de la noche; siento repicar la maquinilla de duro teclado, me sobresalta el reloj que hecho prenda en la pared mueve con exquisitez su péndulo implacable con la complicidad del tiempo; siempre existieron las urgencias de martirios de la salud que amenazan la vida, clínicas y hospitales con ominosas camas de hierro forjado, blancas casi todas, incluyendo los asientos endurecidos para desesperar al paciente; olor a yodo, mercurio, en consonancia con la trementina que bien desinfectaba pisos y baños; la brisa arrastraba con su sonido tenebroso a los pájaros que surcaban los cielos y aviesos aterrizaban al chocar con la tela metálica de las ventanas y pórticos.

Hoy, precisamente, no puedo mirar hacia atrás; sólo noto el incremento de cruces generacionales que me llegan cerca, carcomiendo el alma y el espíritu, dándole ojo visor a una soledad que lucha y mira con ojerizas; prefiere cada amanecer, conocer la fe junto al aroma y dulce del chocolate y café madrugadores; poner atención, escuchar, saber interpretar el canto y los colores de las aves que esta vez no aterrizan, siguen la vida, vuelan, junto con una niñez que corre, tras la libertad...

martes, 7 de julio de 2020

PESTILENCIA DE OBLIGADAS AUSENCIAS...

Quizás la torpeza de la mayoría es lo que marca la diferencia, llevando grima a lugares que aguardan y resguardan temerosos, con hermetismo de calor que asume la brisa como tormenta; parece lluvia sin llover, a tientas, con relámpagos sin luces, aves agoreras que no se asoman a lagos ni ríos, permitiendo sus calenturas, impulsando sus vuelos hacia los techos tostados de sol, ausencia de verdor, la esperanza y tu hermosura;

En mis memorias serpentinas, entonces repaso los caminos, me animo, soñaba, recordando con cariño abrazos que hoy valoro, afectos que tanto añoro, pues lo prohibido es placer, cuando aquel atardecer tus labios gruesos besaba; en el trasiego del rancho se percibe la humareda, el tabaco, olor a cuava, a fogón, al bagazo como muestra de haber saboreado el dulce, la pasión; mas, adentro huele a sábanas blancas, maletas y hule, rosa en la cama tendida, aroma, tu perfume...

viernes, 3 de julio de 2020

NOEMÍ...

¿Por qué partiste en la víspera del rocío madrugador de nuestro invierno, cuando entre gotas que lloran, tímidas en techos tostados de sol y palmeras danzantes, anunciaban tu cumpleaños un día como hoy?. ¡Reyna!, así a veces te llamaba abuela, cuando de humor estaba, aduciendo que naciste entre la mirra y el incienso, además del brillo y el oro que cargaban los reyes magos.

Aún no te has ido, pues impregnados entre cuadros y recuadros están los recuerdos, tu refunfuño, tu querer avieso y radical de un corazón que nada guarda; ríes, de la jocosidad del tiempo que nos tocó entre cocos hechos copras para aceite, palomas que en su vuelo anuncian brisas intempestivas de cuaresma arrastrando sal y arena...

¡Te extrañamos, prima!!!.

jueves, 2 de julio de 2020

NOEMÍ NIN...

Con tu partida, adorada prima, se cierra el capítulo de los juegos pueriles y felices que, a nuestra edad, conservásemos en los sueños, en la nostalgia, allá, en Jaquimeyes, haciendo surcos en una tierra arenosa que nos advertía de un río que serpenteaba y cantaba.

Bajo los cocoteros cuasi centenarios que se movían danzantes sobre nuestras cabezas, atormentados por la brisa cuaresmal que tu risa se robaba. Vivían aún los abuel@s, los que interrumpían las inocentes improntas que nos ocupaba; la llegada de los tíos y tías nos llenaban de esa vana ilusión de que vivir es para siempre, como, en efecto, ellos se quedaron en nuestras memorias y corazones mientras, tú y yo, vemos estrechar cada vez más el círculo de amor filial, familiar.

Y, con tu retirada tímida y sensible, nace otro sueño, la fantasía y el anhelo de reencontrarte un día, junto a ellos...

¡Descansa en paz, prima entrañable!.

VOLVERÁN LAS GOLONDRINAS Y LAS MARIPOSAS AMARILLAS...

Porque no todo puede ser voces agoreras; parecen aves de mal agüero toda autoridad sanitaria nacional e internacional; los que acogen e informan como un aliciente, otros, les echan una cubeta de agua helada en contra, sobre todo, de los más pobres, de los que no pueden adquirir el medicamento caro aquel; que si la invermectina o la dexametasona son efectivas, hasta que ya no queda ni media en las farmacias dominadas por el capitalismo salvaje; que la alta temperatura favorece, lo que para algunos científicos médicos constituye una estupidez; que el mejor remedio, hasta ahora, es el uso de la mascarilla, pero otros opinan que afecta el cerebro y los pulmones, porque inciden en el libre tránsito que purifica la circulación de la sangre; por eso vemos tantas personas, incluyendo notables, escupiendo micrófonos sin la bendita mascarilla, gritando discursos frente a un público incauto.

Porque el mundo no puede seguir con imperios como los EE.UU. gobernados por locos, psicópatas, como tales son también los que no han tenido el valor de sacarlos de ahí, pues a mejores presidentes han matado en los EE.UU., como es el caso de Abraham Lincoln, quien se llevó la gloria de abolir la esclavitud.

Porque una nación de ocho millones de kilómetros cuadrados como Brasil, que tuvo la grandeza de independizarse de la Corona Portuguesa, no debe ser gobernada por un loquito; porque más locos que Adolf Hitler fueron los oficiales que por miedo obedecieron al desquiciado de manera inexorable.

Porque Dios meterá su mano y misericordia por una pandemia producto de la acción impertérrita del hombre...