sábado, 29 de septiembre de 2012

DE MIS MUERTOS FAVORITOS... ( 2 ).

El poeta Eugenio Perdomo.

Dice Josè Miguel Soto Jimènez, escritor e historiador, que el poeta se mudò del Ozama al Yaque para joderse. No solamente quiso volver a ver aquella santiaguera, me imagino de ojos claros, de la que se despidiò con un beso por ``benevolencia`` de sus verdugos, poco antes de su muerte.

En su obra, Soto Jimènez expresa, que para Pedro Santana los poetas eran una aberraciòn del cielo, para el poeta Perdomo, los tiranos tambièn lo eran, y que fue un hèroe civil en un paìs en el que crecìan los generales con el dispendio de la hierba en las praderas. Por ello le encantaba la idea de sentirse odiado por Santana, halagado con un desprecio tolerante para su orgullo de poeta pobre. Termina la cita.

Y es que Eugenio Perdomo, màs que por amor a la hembra, quiso casarse con la patria unido a una restauraciòn que tuvo su principal epicentro en Santiago. Empero, quien suscribe, no alcanza a entender como a Eugenio Perdomo lo captura el general Gaspar Polanco, junto al general Bartolomè Mejìa, Rafael Reyes y a seis oficiales de la reserva, si tomamos en cuenta la condiciòn de Polanco como lìder restaurador, aunque no en consideraciòn su actitud sangrienta, analfabeta, nacido en ``Corral Viejo``, Montecristi; principal ejecutor del presidente Josè Antonio Salcedo (Pepillo), con la ùnica excusa de èste ser decente y conservador en tiempos de guerra. Gaspar Polanco, restaurador, fue el presidente màs indeseable de nuestra historia republicana, quien marcò el hito de que el ejercicio del Estado se compone sobre todo del poder.

``No fusile a esa gente, que ese hatero le quiere echar una vaina``, le habrìa aconsejado a Carlos de Rivero, representante de la Corona Española, uno de sus ayudantes. ``Indùltelos y gànese la voluntad de esos cibaeños ariscos como las reses malas``. De Rivero le responde: ``Si desoigo el consejo del Marquès, refirièndose a Pedro Santana, y pasa algo, no hay despuès quien lo aguante. Ademàs èl conoce a esta gente``. Lo que nos obliga   pensar, que Santana no solamente fue guapo, sino que mantuvo un carisma y un liderazgo sin que fuera narigoneado aquì por el poder español y sus representantes.

``La noche anterior al fusilamiento las celdas se llenaron de amigos. Los condenados habìan departido serenos con sus ìntimos, como si se fueran de gira. La despedida era rito de celebraciòn màs que de pena, una fiesta de orgullos en la que nadie hablaba de retornos, consuelos o quejas inùtiles...``. Termina la cita.

Cuando el poeta convence a un guardiàn de llevarlo a despedirse de su novia, ella le exclama: ``Has regresado Valiente``. ``Por mi Patria y por mi dama``, le respondiò. Y con el pecho henchido de emociòn, se enfrenta valeroso a su inminente muerte, haciéndolo con un dejo de ironìa. Por ello, cuando un español quiso congraciarse con èl, de esos que juegan con Dios y con el diablo, le ofrece un burro para que culmine su trayecto, y aquél  con voz firme y lleno de heroísmo  le contesta: ``No gracias, cuando los dominicanos vamos a la gloria lo hacemos a pies``.

(Memorias de Concho Primo: Josè Miguel A. Soto Jimènez).
(Diccionario Biogràfico Històrico Dominicano: Rufino Martìnez).

jueves, 27 de septiembre de 2012

DE MIS MUERTOS FAVORITOS... ( 1 ).

General Antonio Duvergè y Duval:

Forma parte, junto con Pedro Santana y restauradores como Gregorio Luperòn y Ulises Hereaux, de tener lugar en  una ascendencia que como la francesa y, por ende, la haitiana, constituyeron la causa contraria de nuestra libertad. Sin embargo, son ellos los adalides que conforman nuestra naciòn, sin que entre estos dejaran de existir rivalidades de celos y poder. Duvergè naciò en Mayagüez, y sus padres, Josè Duvergè y Marìa Juana Duval, nacieron en Mirebalais, Haitì.

Señalado por Joaquìn Balaguer, como ``El Centinela de la Frontera``, tuvo la honra històrica de hacerle sombra al liderazgo militar de Pedro Santana y Familia, sin proponèrselo, quizás,  ya que ambos se lanzaron a una misma causa: la independencia nacional.

Cuando el fiscal Pedro Bernal, teniente de caballerìa, pidiò la pena de muerte sin haber oído testigos ni reos, el general del Memiso, delatado por una mujer de su intimidad a quien torturaron despiadadamente, esperarìa la muerte junto a sus hijos en una celda comùn. El mòvil fue una supuesta traiciòn al adalid Santana, a favor de las aspiraciones de Buenaventura Bàez y Mèndez. Un dìa antes del nefasto acontecimiento, el 10 de abril de 1855, Duvergè sentìa dolor por su hijo Alcides, de 23 años, escogido a correr la misma suerte por ser mayor de edad. Pensaba que estaba en la flor de su juventud, sin conocer de la guerra ni el amor.

El hèroe bajò con garbo la colina escoltado por el mal humor de los soldados y por la fidelidad de su perro ``Corsario``. Cuando llegaron al patìbulo, seis soldados les amarraron las manos en las espaldas a cada uno de los presos, frente al viejo muro del campo santo que les servirìa de paredòn. Un silencio habìa sobrecogido la comparsa de mirones, adoloridos muchos de ellos, pues El Seibo amò a Duvergè, lo hizo hijo adoptivo como a Santana, y temblaron todos cuando un redoble de tambor anunciò la lectura de las òrdenes y de la sentencia. Desconsiderado y sin piedad, el comandante del pelotòn se acercò a los reos para despojarlos, uno a uno, de sus insignias militares, degradando a Duvergè, pròcer del Nùmero, dejàndolo en camisa blanca para ser ejecutado. Sin perder el tiempo, por temor a la reacciòn de la gente, el oficial procediò a marcar con la punta del sable los lugares que ocuparìan los condenados en el paredòn. El hèroe invoca al capitàn para pedirle un ùltimo deseo. ¡Dìgalo ràpido...!, mientras Duvergè pedìa con voz firme, que fusilaran a su hijo primero para evitarle el dolor de ver morir a su padre...

(El Centinela de la Frontera. Dr. Joaquìn Balaguer Ricardo).
(Memorias de Concho Primo. Dr. Josè Miguel A. Soto Jimènez).

sábado, 22 de septiembre de 2012

DE MIS PINCELADAS GENEALÒGICAS...

El 22 de enero de 1892, fallece en la ciudad de Santiago de los Caballeros, Furcy Fondeur. Pròcer de la Independencia y de la Restauraciòn, en donde alcanzò el grado de coronel. Fue encargado de Relaciones Exteriores en el año 1867 y Proveedor del Gobierno de la Restauraciòn. Habìa nacido en Parìs, Francia, pero se radicò en la ciudad de Santiago desde muy temprana edad. (Diccionario Biogràfico Històrico: Rufino Martìnez).

El 13 de mayo de 1881, en Guayacanes, Guayubìn, fallece el general Francisco Antonio Gòmez Bàez, ex vicepresidente de la Repùblica en 1869. Fue pròcer separatista y restaurador. Hijo de Agustìn Gòmez y de Francisca Bàez. Fue miembro del triunvirato que los adeptos  del partido baecista iniciaron en Monte Cristy, la ``Revoluciòn Regeneradora``, junto con los generales Garcia y Josè Ramòn Luciano. (Diccionario Biogràfico Històrico Dominicano: Rufino Martìnez).

El 28 de junio de 1880, fallece en su ciudad natal de Santiago de los Caballeros, el benemèrito general Josè Gòmez, pròcer de la independencia y la Restauraciòn. En la batalla del 30 de marzo de 1844, desde el Fuerte Patria, disparò con una pieza de artillerìa. Allì fue ascendido a capitàn. Ademàs estuvo en la toma de Beler. Fue ascendido a general de brigada en 1866. Habìa nacido en 1809. (Enciclopedia Dominicana).

En 1913, sale de la ciudad capital con destino a las comunes del Este, el general Manuel de Js. Pèrez Sosa, con el propòsito de perseguir al grupo revolucionario que capitaneaba Ramòn Batista. (La Prensa Escrita a inicios del Siglo XX).

miércoles, 19 de septiembre de 2012

LA GRACIA DE SER PADRE... Saudades.

Aquel 19 de septiembre de un año no preciso, satisfizo Dios mi vanidad de engendro. En mi memoria de genealogista perenne conservo mi inquietud: ¿Còmo serìa un fruto mio, siendo hijo de un hombre, cuyos rasgos físicos se alejan de la etnia comùn racial, por lo menos de nuestra hispaniola, y de una mujer con la gracia que, como Anita Nin, asume de las bondades de Barahona, mi pueblo azul...?.

Al prender la luz rosada y sentirse la algarabía de una tía entusiasta e histriònica junto al regocijo de su entonces joven abuela materna, vi al doctor que, envuelta en una toalla clìnica, color verde, me enseñaba una beba trigueña, la que me saludò con sus primeros gorjeos, diciéndome ``papi, ahora es cuando tendràs que ser guapo; esta indiecita es tu hija...``, saliendo de imprevisto a las calles, sin rumbo, una noche de intensas lluvias, de gentes y vehìculos varados, donde las estrellas no podìan verme, màs quien suscribe las divisaba entre el bonche y las romerías, como alguien que se creyò màs hombre y se daba continuidad con ese nuevo ser, a quien bautizò Ana Tereza, a su imàgen y semejanza... 

``Eran intensas las lluvias,
mas, miraba con certeza,
no naciò mi hija rubia,
aunque sacò otras grandezas,
una india bien bonita,
a quien llamo Ana Tereza.

Trajo en su dulce inocencia
esa gracia cuan esgrime,
era una noche de amores
de estrellas en los jazmines,
luceros que cortejaban
con cantos de querubines...

Entre el goce de tu infancia
esperamos tus hermanos,
fueron llenando de ansias,
este, que es su corazòn,
y le dieron la razòn
a mi vida y no es en vano,
cuando llegaron mi Shelly,
mi Mariana
y mi ``Nano...``.

lunes, 17 de septiembre de 2012

LA PRENSA ESCRITA A INICIOS DEL SIGLO XX, PARA ORIENTACIÒN DE LOS MÀS JÒVENES EN LA RED: La Muerte de Màximo Gòmez.

El 17 de junio de 1905, la prensa reseña que falleciò en La Habana, Cuba, a los 69 años de edad, el generalìsimo Màximo Gòmez, banilejo libertador de la naciòn antillana.

El generalìsimo Màximo Gòmez muriò de una infecciòn hepàtica en su casita de El Calabazar.

Gòmez, que dirigiò las campañas independentistas cubanas, se alistò como soldado del Ejèrcito Libertador dominicano en 1856, cuando el emperador haitiano Souluque invadiò a Santo Domingo con 30 mil hombres. Su primera participaciòn en combate fue el 22 de diciembre de 1856 en la batalla de Santomè, cuando figuraba como alfèrez en la caballerìa de Banì, formada por jinetes de lanza y machetes de cabo.

Esa participaciòn pasò inadvertida, pero en ella se templò su caràcter de guerrero, que màs tarde ayudarìa a Cuba a ganar su independencia. Prestò servicios militares a España durante la anexiòn, alcanzando el grado de capitàn, pero al ser restaurada la Repùblica tuvo que emigrar en 1865 a Cuba con su familia.

Considerados uno de los estrategas de guerra màs grandes de su època, Gòmez marchò a Cuba mediante el acuerdo de evacuaciòn y se integrò a la lucha por la independencia de ese paìs. Màximo Gòmez luchò por años para conquistar la independencia cubana, y en 1882 estableciò relaciones polìticas con Josè Martì, las cuales mantuvieron hasta firmar en 1895 el Manifiesto de Montecristi, Acta de Independencia de Cuba. Termina la informaciòn.

¿Por què Gòmez es el libertador de Cuba y no restaurador aquì en Repùblica Dominicana?.

Las improntas del general Pedro Florentino y otros lìderes restauradores, sobre todo sureños, considerada la lìnea dura, como lo fue acremente la facciòn de la gesta liderada por Gregorio Luperòn, asediaron a los ``blancos`` de Banì, incluyendo a la familia de Màximo Gòmez, cuyo abuelo, el capitàn Josè Gòmez Candelario, era español. Pero esta condiciòn no señalaba al legendario Gòmez como anti patriota. Los servicios que pudo prestar a la anexiòn bajo las òrdenes de Pedro Santana, los realizò obedeciendo a su disciplina militar. Esas actitudes de algunos restauradores, màs que patriòticas, tenìan un contenido eminentemente racial. Gòmez no se retirò a Cuba voluntariamente. Tuvo que defender su familia; su casa familiar fue incendiada y aùn quedan los vestigios. Cuando llega a Cuba, la cual se encontraba bajo el dominio colonizador español, a Gòmez, nieto de español, se le compunge el alma con el sufrimiento de los negros mambices, y, es precisamente con ellos, que inicia los entrenamientos de guerra de guerrilla, constituyèndose en su lìder y guìa, arrebatàndole a España en cruentas batallas, un poder omnímodo de corte europea, pero dejando sus tierras, sus queridos hijos, incluyendo a Panchito Gòmez Toro, muerto en refriega en honor a la causa. Los españoles,    luego de ser erradicados de territorio cubano, la desgracia polìtica, como siempre, quiso imponer la intervenciòn de los EE.UU. en la organizaciòn de un nuevo Estado. Ni cortos ni perezosos, se propuso a Gòmez como presidente de la Repùblica Cubana, a lo que èste respondiò: ``La guerra enaltece al soldado, le da gloria; la polìtica y el poder lo corrompe. Ademàs, es un honor que debe corresponder a un cubano. Ya vencimos a nuestros principales opresores desde la conquista española, ahora vienen los norteamericanos a meter sus narices. ¿Para què entonces hemos derramado tanta sangre, buscando la independencia de esta tierra a la que agradezco y amo tanto...?. ¿Por què honorables señores del Congreso Nacional, me quieren imponer esta corona de espina en la cabeza...?``. El Autor.

martes, 11 de septiembre de 2012

EL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2001, VISTO POR UN HOMBRE COMÙN...

Podrían ser las premoniciones de Nostradamus de antecedentes seculares, el ataque de holocausto impuesto, de consecuencias fatales a las Torres Gemelas de EE.UU., que, sin lugar a duda, colocan al mundo y sus seres vivos en una estela de misterio inusitado. Y asì es, nuestros sabios milenarios, antes y despuès de Cristo, establecieron sus improntas sin los avances y la tecnologìa de hoy. ¡Lo hicieron con misterio...!. El mismo Jesùs, por su poder, considerado divino, fue acusado de brujo y usurpador de los que no quisieron aceptar que es el hijo de Dios, pero, sobre todo, por la ortodoxia ya existente; aquella que se desprendía de los entuertos y lados oscuros del viejo testamento, que no perdonaron la condiciòn de Mesías de un hombre que se manejaba con la humildad y con el aura carismática de los cielos.

Esa odiosa ortodoxia que heredò la nueva iglesia en manos de Pedro, Apòstol de alta estima del Maestro, a quien negò en dos ocasiones, cuando la verdad comenzò a ser destruida con sangre. ``Pedro, significas ``piedra``, y sobre ella serà cimentada tu iglesia``. Pero la iglesia creò un cetro de poder al que hizo sagrado, un bàculo maldito de riquezas, poder de satrapìa, de amor al dinero, de honrar la muerte a nombre del orden; de perseguir y quemar en la hoguera a nombre del cristianismo, como homenaje a un Jesùs olvidado y sólo recordado en su crucifixiòn.

La envidia, el egoismo que divide al hombre, junto al sectarismo ancestral, trajeron consigo la desgracia diabòlica que hoy se conmemora, responsabilidad del fanatismo religioso y polìtico con sede en las grandes naciones que sólo aspiran a sustentar su poder...

lunes, 10 de septiembre de 2012

LA PRENSA ESCRITA A INICIOS DEL SIGLO XX, PARA ORIENTACIÒN DE LOS MÀS JÒVENES EN LA RED: ``Meriño Protesta por Allanamiento``.

El 13 de febrero de 1904 la prensa reseña que Monseñor Fernando Arturo De Meriño, Arzobispo de Santo Domingo y ex Presidente de la Repùblica, en carta dirigida al Ministro de Justicia e Instrucciòn Pùblica, ha emitido una enèrgica protesta por el allanamiento que autoridades policiales y judiciales efectuaron en el Palacio Arzobispal, buscando pertrechos militares y perseguidos polìticos.

La acciòn de las autoridades es una consecuencia de los incidentes ocurridos dìas atràs, cuando una guerrilla matò a un marino norteamericano provocando el bombardeo de Villa Duarte.

Las autoridades se han disculpado ante el alto prelado por la acciòn del piquete de soldados que realizò el allanamiento. Termina la informaciòn.

En ese entonces el Ministerio de Justicia e Instrucciòn Pùblica era lo que es hoy la Suprema Corte de Justicia. El Arzobispo Meriño fue vìctima de una acciòn que èl mismo puso en vigencia cuando fue presidente provisional de la Repùblica y emitiò el cèlebre decreto de ``San Fernando``, que consistìa en pasar por las armas a todo ciudadano sorprendido con arma y/o en actitud subversiva. Este decreto catapultó a Ulises Hereaux Levert (Lilìs) al poder, ya que fue su principal ejecutor como Ministro de Guerra y Marina (Hoy Ministerio de las Fuerzas Armadas), conquistando la admiraciòn del religioso, quien lo señalò como el hombre que tenìa las condiciones de sustituirlo y pacificar el paìs, por encima, inclusive, y asì lo hizo saber de manera expresa, de su mentor y guìa, el general Gregorio Luperòn.

Villa Duarte, para la època tuvo la denominaciòn de ``Cantòn de Pajarito``, pues fue zona estratègica de enfrentamientos contra los interventores norteamericanos que para 1916 mantuvieron  escaramuzas  con el capitàn Ramòn Batista,  y otros enérgicos patriotas que establecieron  como epicentro el Este del paìs, y a los que peyorativamente calificaron como ``Gavilleros``. El Autor.