viernes, 22 de julio de 2011

EL CÌRCULO VICIOSO DE LA ``DEMOCRACIA``. (Artìculo escrito por nosotros en el periòdico Ultima Hora de fecha 5 de junio de 1992).

Estamos inmersos, señores, en un círculo vicioso llamado muerte. Tal parece que todo se ha dicho y escrito, pues los medios informativos que hablan sobre narcotràfico, asesinatos, sobornos extraordinarios, violaciones sexuales, trata de blancas y de niños, enfermedades infecto contagiosas, etc., etc., incurren en puro reciclaje.

¡Que preocupado estoy!. Como ciudadano comùn que soy, siento un profundo vacío y una connotada inseguridad.

¿Què serà de mis hijos si nuestra naciòn no cambia?. Son miles los dominicanos de buena fe que se hacen esa pregunta. Son miles los hombres bien intencionados que no pueden salvar su Patria, estàn encadenados, amilanados en las ergàstulas de la ``democracia``.

Al esbozar con comillas la palabra democracia puedo afirmar que vivimos la peor de las dictaduras, ya que Trujillo aplastò las aspiraciones polìticas, tenìa celos de poder polìtico y econòmico, pero nos brindò el respiro, si no de libertad, por lo menos de conformidad e institucionalidad. Se respirò la paz cotidiana del hombre comùn, el orden pùblico. Desde luego, esto se consiguiò con una mano enèrgica propicia para la època, donde la naciòn no podìa asimilar una sociedad convulsionada polìticamente con el horacismo, el jimenismo y las andanadas de un Desiderio Àrias, una sociedad en condiciones econòmicas deplorables producto de la Convenciòn del 1905, ratificada en 1907, que traspasò las aduanas nacionales a los EE.UU., originàndose la primera intervenciòn norteamericana de 1916.

¿Cuàl serà la salida señores, si las denuncias de hombres pùblicos las echan por la borda?

¡Què pruebas ni què pruebas!, èstas no funcionan en este règimen de escepticismo.

Lo que debemos mantener son las convicciones, pues lo que està a la vista no necesita espejuelos. Necesitamos, sobre todo, ahora màs que nunca, mantener la fe en Dios.

martes, 19 de julio de 2011

LA JUSTIFICADA CORRUPCIÒN (Artìculo escrito por nosotros en el periòdico Ultima Hora de fecha 21 de marzo de 1992, cuando en sus memorias del 27 de febrero de ese año, el Dr. Balaguer justificò la corrupciòn).

Estamos completamente seguros que quien hablò ante el Congreso el 27 de febrero fue el Balaguer histriònico, el hombre ``mago``, ducho, desde generaciones, en confundir las masas para crear opiniòn pùblica. Estamos conscientes de que esas palabras referentes al tema que nos ocupa, no brotaron de su corazòn sino de su don proselitista y perturbador. Su hombría humilde y la seriedad que incuestionablemente refleja, que lo han elevado a la cima y convertido en un hombre del universo, estàn y estaràn con èl de manera imperecedera.

La corrupción administrativa dentro del Estado implica el deterioro econòmico de la sociedad de gobernados y de los organismos oficiales o no que tienen en sus manos los servicios pùblicos, sobre todo, la salud y la educaciòn. Una, para que no acabemos al fin de convertirnos en un cementerio de vivos, otra, para que el país no termine de caer en el pantano arrollador de la criminalidad y la delincuencia en sentido general. Implica además la crisis que trae consigo el endeudamiento externo, la compra-venta de nuestra independencia polìtica y, por consiguiente, de la soberanía y los principios patrióticos.

Aunque la corrupciòn existe, no desde la època de Cristobal Colòn, sino desde los confines de la humanidad, este fenòmeno no se justifica. Es como el dolor y la muerte que por impotencia los permitimos, pero no los aceptamos.

Tenemos entendido que el doctor Balaguer es uno de los hombres màs serios y pulcros que ha parido esta tierra. Por lo que no creo ni acepto sus palabras, salvo las mismas sean productos de las expectativas polìticas.

Serìa echar por la borda tanta sapiencia, que, de otrora, se consume en un día tan importante como el de la Independencia Nacional. Serìa dar permiso al libertinaje asustadizo que asecha las oportunidades execrables.

Serìa tambièn permitir que aquellos que manejan la opulencia econòmica de la naciòn dominicana, terminen por tragarse al hombre comùn, sencillo, virtuoso y diligente padre de familia, aquel que no medra ni se ensucia del cieno cloacal del sistema.

Serìa, en fin, compartir con los escritos del cèlebre Josè Ma. Vargas Vila, cuando en uno de sus tenores, èste, a veces irònico, al referirse a la necesidad que tiene el mundo y sus sociedades de ser cada dìa màs limpios y correctos, manifiesta lo siguiente: ``DESGRACIADO AQUEL QUE DEJA TRAS DE SÌ HUELLAS DE SU YO. PORQUE LOS ESCLAVOS (DEL SISTEMA) SON TAN NUMEROSOS COMO LAS ARENAS DEL DESIERTO... DESGRACIADO DEL HOMBRE QUE DIJO LA VERDAD ENTRE LOS HOMBRES. ESE SERÀ DILAPIDADO EN VIDA Y AÙN DESPUÈS DE MUERTO...``. Termina la cita.

En Gènesis 19-24 dice: `` Entonces Jehovà hizo llover azufre y fuego procedentes de los cielos sobre Sodoma y Gomorra``.