martes, 27 de septiembre de 2022

¡LA POESÍA ES EL VINO DE LOS DEMONIOS!

 Lo dijo San Agustín y se comprende porque sin ella estaríamos a merced de los desalmados; así, comparto con Gustavo Adolfo Bécquer que ´´la soledad es muy hermosa... cuando se tiene alguien a quien decírselo´´. Cuan difícil y doloroso es la ausencia de un hombro donde sollozar y que la soledad sea absoluta, cuando en las noches tropiezas contigo mismo apegado a los espectros del pasado; entonces es cuando llega la melancolía que, a decir de Víctor Hugo, ´´es la felicidad de estar triste´´.

De ahí nace el instinto social, según Arthur Schopenhauer, quien dice que ´´no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad´´.

Mas, después de Dios, acojo el pensamiento de Máximo Gómez cuando expresa que ´´la grandeza no existe cuando las cosas están bien. Ella aparece cuando se es sometido a prueba, cuando se reciben golpes y desilusiones, cuando llega la tristeza´´...

sábado, 10 de septiembre de 2022

¡PARTIDA SIN RETORNO!

 Era cuasi septuagenario cuando le invadió la nostalgia en aquella solemne edificación; un palacio a la usanza medieval donde, a sus años mozos, pudo disfrutar, hurgar su historia y la de todo el mundo que creció al amparo de las fortalezas y sus imperios, como de aquellos que tuvieron la vocación de usar debidamente el bicornio español o ese bastón chapado en oro como símbolo del cetro católico de poder.

Volver a la magistral biblioteca, estimulado por los recuerdos de su hemeroteca que conservaba antiquísimos episodios, fue el detonante que le obligó a pararse de ese modesto escritorio, caminar entre la suntuosidad de remodelaciones en cada esquina, mientras sentía los espectros que habían partido, ya no estaban, al ser movidos por la inclemencia del tiempo.

Llegado al lugar más añorado, no encontró las huellas de aquel armonioso ambiente entre mesas y sillas de la antigüedad, ni las informaciones que, aunque hicieron rico su intelecto, desaparecieron con la atrevida ignorancia y el abandono de los gobernantes contemporáneos.

Prosiguió sus pasos sin mirar atrás, pues ya había visto en la pobreza de unas brillantes remodelaciones, las ruinas de un pasado exquisito...

Entonces, camino, camino...