domingo, 10 de mayo de 2020

¡LA META ES VIVIR Y SOBREVIVIR!.

Ya se vislumbra que los que tendríamos la suerte de quedar vivos en esta pandemia debemos aprender a vivir con ella; si la estudiamos, la corona de maldad existió incluso unos miles de años antes de Jesús. La peste bubónica, endémica de Mongolia, fue causa de la ´´peste negra´´ que se propagó en Asia, Europa y África y que mató a unos cien millones de personas; la Gripe Española, llamada así porque esta parte de Europa, al margen de la guerra mundial que se acrecentó a partir de 1918, era la única fuente de información sobre el flagelo que alcanzó entre veinte y cuarenta millones de decesos, suponiéndose que el primer caso surgió en los EE.UU. y fue penetrando por los puertos franceses hasta su letal propagación.

Hoy, fuentes de informaciones somos todos; los avances tecnológicos, de un lado, y la ciencia de la salud propiamente dicha, del otro, nos llevan a la conciencia ser prudentes, a convivir con el mal, como se ha hecho a través de los siglos con pestes que aún caminan como espectros arrastrando sus vestigios; hasta la lepra de los tiempos del Génesis, que es mucho decir, para ilustrarlos con un caso sonoro, ya que son muchos los que mueren por pandemias olvidadas, milenarias, empujadas por la indigencia.

Debemos y tenemos que aprender a vivir con ese mal lo que nos resta de vida, como aprendimos desde nuestras simientes a convivir con el enemigo, a unirnos a él cuando no podemos vencerlo; a convencernos de que a veces amanecemos durmiendo con la gran serpiente sin darnos cuenta, amando los momentos placenteros con que los males de otrora han sabido dominar el mundo...

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