domingo, 7 de junio de 2020

¡VIDA, PÉNDULO DE TRISTEZA Y ALEGRÍA!

Despierto, es domingo; entonces entiendo mi fortuna de abrir los ojos remontándome a la voz de un silencio cuasi sacro, lluvia de sol en rayos, amarillos claros como plata, llegado de la mano de un verano intempestivo; calor y regreso hablaban del inicio de semana, del deber cumplido de la recién transcurrida, de sus bajas y altas, de sus dulces y amargos entre lágrimas y besos;

Y me llama el instinto, consciente de que aún vivo, expresando con delirio que reír y llorar son del mismo corazón, ese que con traición apresurado late, enseña amor con dislates, placeres y posesión; también nos muestra el perdón, que no es tan quimera la vida, que ella es bella, consentida, hiriente, sangrante siempre, mas, trae en sus labios latentes, la llaga y la medicina...

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