``Tù no buscas un camino porque el mundo es tan sólo tu guitarra y tu canción, tù eres libre como el ave que muy poco se detiene y la alumbra siempre el sol; tu bandera es igual que el arco iris y tu tierra la que te señala Dios, tu canción es poesía y juventud, andarìn de las edades eres tù...´´.
¡Hermosa interpretación de Anthony Rìos!, que nos transporta a los conceptos del alma, a nosotros los libres y rebeldes, con causa y sin ella, que soñamos con escapar de los espectros, aquellos que hacen de la política el modus vivendi u operandi del pueblo, de los auspiciadores de la miseria y acaudalados vendedores de tumbas y espacios ´´privilegiados´´ para los muertos; muertos que no nos gobernamos, pero que odiamos el mundo sacro de las funerarias y los sepulcros blanqueados; los soñadores libres y rebeldes somos más, y soñamos, mucho, regularmente pensamos que nos rebosa el pan y damos pan, aunque nos quedemos sin pan; ¡total!, nuestro pan es ansias y deseos, sí, de dar salud a los niños que la necesitan, a los ancianos que, como mi madre, se lo creen, permiten y aceptan que lo son, y están inmersos en las limitaciones.
Mas, quiero ser libre, hasta en la muerte; es tan perfecta la obra de Dios y la inteligencia del hombre, que pienso que todo no se termina con ella; mi rebeldía hace ver mi cuerpo inerte rodando entre yagua en las bajadas de esas cordilleras acuíferas, terminando varado cuando el rodar ya no es ligero, mientras la tierra, pragmática, escoge lo mejor de mi, me recicla, mejorando día por día las nuevas generaciones...
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