domingo, 7 de octubre de 2012

DE MIS MUERTOS FAVORITOS... ( 6 ).

Màximo Gòmez.

Al hombre Gòmez le cabe la gloria de que, siendo un anciano, libró tantas batallas como libertad e identidad al pueblo cubano. Soportó desde el principio los vejámenes con que son tratados los advenedizos, por lo que tuvo que ofrecer sus servicios como soldado raso y obviar su condición de oficial de las reservas dominicanas. Resistiò el dolor de ver muerto y mutilado a su hijo Francisco (Panchito) Gòmez Toro, cuando combatìa junto al Titàn de Bronce, Antonio Maceo y Grajales. ``El soldado va a la guerra a vencer o morir. No es justo que despuès de cortada la flor, luego la mutilen...``. ``Estos españoles, sabràn en lo adelante, quien es el viejo Gòmez...``!!!.

A sus 69 años ya se habìa glorificado en las batallas de El Crisol, Guantànamo, Camagüey, Palo Seco; Naranjo, Las Guàsimas, La Trocha de Jùcaro a Moròn, entre otras...

En su rancho de El Calabazar y a los pocos dìas de hacerles saber a las nuevas autoridades cubanas que no aceptaba la presidencia de esa naciòn, que no estaba de acuerdo con la intromisión de los Estados Unidos; si se habìa derramado tanta sangre precisamente en busca de la soberanìa y la libertad, apuntalando inclusive, que esa era una corona de espinas que impondrìan en su cabeza; el legendario se ausentò por algunos dìas. Comenzò a enfermar, y fue visitado por una comisiòn de los miembros oficiales de la revoluciòn cubana, ya enquistados en el nuevo Estado, incluyendo un mèdico. ``Gòmez se muere de hambre...``, expresò el galeno. ¡``¿Còmo...?``!, se exalta uno de los personeros. ¡``Pero... generalìsimo, si usted es quien maneja la cuenta de la revoluciòn... còmo es que se està dejando morir...``?. ¡``Usted lo ha dicho, la cuenta de la revoluciòn... no de Màximo Gòmez...``!. Acotò el hèroe. Y, a seguidas, se expresa: ``Ya la hamaca no me es còmoda. Siento una extraña sensación de dormir allà, en el prado, junto a los potros... ¡no se preocupen!, es que la tierra me està pidiendo incesantemente a su seno...``!.

Al otro dìa, 17 de junio de 1905, muriò quien Eugenio Deschamps definiò como la Resurrecciòn de la Epopeya.

Màximo Gòmez, El Libertador (Tomàs Bàez Dìaz).
Perfìl Militar Dominicano de Màximo Gòmez (Euclides Gutierrez Fèlix).


No hay comentarios:

Publicar un comentario