jueves, 14 de noviembre de 2024

IMPERIOS PATRONALES

 Lugares regidos por protocolos, cuasi ortodoxos; por lo menos así, en nuestros tiempos, cuando aún prevalecía el trabajo honrado, pero, sobre todo, el rendimiento, como estandartes de la subsistencia.

La subsistencia, porque no fue capricho de Carlos Marx y Federico Engels, las teorías repetitivas de la lucha del proletariado contra la explotación del hombre por el hombre.

Mas, fue grato para un sorteador de memorias, recordar los rigores capitalistas y la modernización tecnológica de entonces; el bullicio productivo de un cartón corrugado de la mejor terminación; la parafernalia del aparataje rodante entre pasillos y almacenes, cónsonos con las ínfulas de poder económico y político, con las sornas irónicas de los que poseen los medios de producción de generación en generación.

Se hizo gala de la expresión de Maurice Duvergé, de que en toda sociedad sólo existen dos clases: los gobernantes y los gobernados; los que poseen los medios económicos y los desposeídos de ellos. Termina la cita.

Luego de algunos años, en mis sueños, el espíritu inquisidor se pasea por esos pasillos y atajos inefables y ominosos que conducían a la fábrica, observando literalmente cruces y sonidos sepulcrales que se expresan en su lenguaje de misterios; oficinas antes suntuosas y confortables, ahora llenas de una oquedad, cuyo eco nos expresa, que en realidad era un gran imperio; hoy, las voces ruidosas de un oprobioso silencio...

sábado, 9 de noviembre de 2024

LA FELICIDAD SEGÚN EL TIEMPO

 Y llegó el asueto con su lluvia mojando los sueños quejumbrosos de placer entre las húmedas almohadas; y se fue, se marchó, como todo en la vida; pasó sigiloso entre el silencio y las manchas que la brisa dejó a los quicios; entre la tenue luz de las velas que se hacían más blancas con la oscuridad, dejándome en las manos el releído libro, lleno de trazas por el tiempo, que me devuelve al pasado y me disipa el recuerdo del amor vivido durante la tempestad...

viernes, 8 de noviembre de 2024

¡LA POESÍA: ARTE Y MELANCOLÍA!

 Guarda tristeza,

guarda alegría;

la presteza de la vida,

su risa junto a la mía.


Es poema que engalana

el discurrir de los días;

máscara que oculta el sufrir,

la melancolía hecha musa;

ver la hembra que me gusta

con sus labios como fruta.


Amar y sufrir los hijos,

resistencia al desapego;

es amar y con denuedo

ese resorte filial;

es llorar el transitar,

de sus vidas que se escapan

como agua entre los dedos...