Aquí de nuevo,
pues nunca dejamos al mundo,
más bien, es éste quien nos deja,
con otras formas se aleja
en su generación de relevo.
Volver,
como el rio seco aquel
que ya no esperaba nadie;
regresó con su donaire
al territorio irredento,
mas, tuvo que arrastrar cimientos,
llegado el atardecer.
Volver, mi gente,
a los escritos de antaño,
y me aleja de lo vano
que trae el amanecer;
es sólo en mí el renacer
por las ansias de tenerte...
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