¿Por qué partiste en la víspera del rocío madrugador de nuestro invierno, cuando entre gotas que lloran, tímidas en techos tostados de sol y palmeras danzantes, anunciaban tu cumpleaños un día como hoy?. ¡Reyna!, así a veces te llamaba abuela, cuando de humor estaba, aduciendo que naciste entre la mirra y el incienso, además del brillo y el oro que cargaban los reyes magos.
Aún no te has ido, pues impregnados entre cuadros y recuadros están los recuerdos, tu refunfuño, tu querer avieso y radical de un corazón que nada guarda; ríes, de la jocosidad del tiempo que nos tocó entre cocos hechos copras para aceite, palomas que en su vuelo anuncian brisas intempestivas de cuaresma arrastrando sal y arena...
¡Te extrañamos, prima!!!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario