´´Hoy es domingo de vara y pendón, se casa la reina con Juan ´´Petacón´´... Y comienza la mañana de sol amarillo y un día eterno; unos van urgidos de las misas u homilías y las ortodoxas campanas provincianas; otros, entre el acomodo escondido de la música de cotejados hechizos, negocios de los mercaderes con portones, mostradores y trancas callados y limpios; hierros que emiten un misterioso ruido, el ruido del descanso, mientras el sonido romántico se escapa tímido de los poros en los caminos y calles que por la hora reverencian el silencio.
¡Es domingo!, el traje nuevo, el último suspiro del día en el concierto con sus majestuosos instrumentos, no importa lo cuasi sacro de su ritmo; cine, helados, besos acaramelados que nos conducen al hogar, dulce hogar, donde dormimos las madrugadas inmersos en maracas, timbaleros improvisados, guitarras, cuerdas mágicas del corazón...
No hay comentarios:
Publicar un comentario