¿Será que estoy solo en este insomnio inducido?, creo que no; se ha recuperado la capacidad de espanto, y el silencio de la noche, junto al tormentoso calor, hieren y lastiman la parte aún sana de la sociedad; se drena la hiel, pero inunda nuestros entornos, se recicla el mal que corre tras el bien con asechanza, se pierden las esperanzas del amor, las alboradas; ¡duérmete ya! o ¡despierta, caramba!, ¡oh terrible madrugada!...
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