Enrostrados según la fecha,
de acuerdo al día;
son como estragos amargos,
una porfía,
agridulce de los besos
que se queda entre los labios;
Son pinceladas dibujadas
en la vida;
marchitas dejan tus pupilas
de un iris que en su mirada
retrata con atención,
aquella mujer amada
que te rompe el corazón...
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