domingo, 18 de septiembre de 2016

VIVIR, SIMPLEMENTE...

Eran zancadas quijotescas, entre el drenaje, charcos y lodos bateyanos; eran peluqueros, fotógrafos, y hasta aquel hombre médico , ´´matasanos´´ de domicilio, con maletín de suela y correas, llano, sencillo; existía el sacamuelas, que en esos tiempos lejanos no sólo corrían de plano lugares desconocidos, entre el salado y el dulce impuesto del régimen, también eran escarpados, entre ´´Las Tejas´´ y ´´Los Robles´´, como si incursionaran con amor en El Capitolino de Roma, que entre sus trillos y aromas cabalgaban como nobles; se despertaban de tal alucinación con el sonido del acordeón movido como gusano de seda, el tormento cosechero, tabaco y recato bajo sombrero y frente al fogón caliente, la espera; caminaban a la sazón, siniestros personajes, entre aquel viento y ropaje que nos trae la adversidad, y es que la vida viene y se va, como péndulo perenne, y el que hoy vive no siente los remilgos de la historia, artes, ni retóricas ruidosas; se va la vida en la fosa de una loma amenazante, ahora,  o de la mujer, que amante, nos da su dulce en la aurora...

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