domingo, 18 de septiembre de 2016

MORIR Y VIVIR A LA VEZ...

El sol se asoma temprano, recargado, no importa los escombros dejados por la cotidianidad semanal; entre las rendijas deja escapar su rayo de esperanza, y hasta la muerte deja secuelas de dolor y suspiro inusitados, alivio; se escapa la vida, por los sumideros siniestros, mientras afuera, aún entona el canto de los pájaros, aquel que emulan las cuerdas en mágicos dedos y la música de viento; luces que toman lugar donde fue tenue y oscuro, caminos tranquilos bajo los flamboyanes, amor furtivo, y el crujir de las hojas secas de otoño; muero y vivo el pasado renegado, ranchos viejos y oxidados de un tiempo que fue mejor; amor no fue la excepción en cantos de serenatas, y todavía conservo y me delatan suspiros de un eterno dormir, de un encanto que al gemir, me llevan a esos lugares, lejos de aquellos mares, mas, un silencio sutil, luna llena, claveles, colores, el rojo, tu carmesí...

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