¿Y por dónde anda la majestad del Estado, por què senderos caminan nuestras leyes que conforman toda una estructura que de conglomerado humano nos llevaron a un mundo civilizado?; y es que´´árbol que nace torcido jamás su rama endereza porque es de naturaleza la savia con que ha crecido´´, si nos remontamos a la conquista, al derramamiento de sangre de incautos que nacieron y vivieron en un suelo virgen que nunca supieron no les pertenecía, porque son las simientes imperecederas de la maldad del hombre que lleva en su alma el morbo de ver derramar la sangre con la espada en la garganta del más débil, a quien con candela y puya lo pone a sudar como al diablo. Quemaron a un niño, pues dieciséis años es edad pueril aún, sin conciencia ni discernimiento en un ser humano; quizás no era culpable, era solo un sospechoso, o tal vez lo era, pero debió ser dueño de las manos de la justicia y los códigos que hoy están cubiertos en la telaraña de la nueva conquista: El caos; antecedido por la masacre colonialista que dio paso al imperialismo, a la trata negrera, y cuando conoció del capitalismo vivió la guerra tormentosa que produce riquezas y expropia territorios, culturas e ideales; ideales que borró con los placeres de una droga alucinógena, descubierta a lo mejor por casualidad, pero, que, una vez desaparecida la guerra y todo lo que pueda seguir medrando contra la humanidad convencional, es utilizada para los grandes beneficios imperiales y al mismo tiempo para el chantaje polìtico, en fin, para crear el cìrculo vicioso de una anarquìa sangrienta que aporta sus muertos en los màs insensatos, ignorantes y desposeídos de la fortuna. ¡Ya no veo manera de ir rompiendo las estructuras de estos Estados corrompidos por la ola infernal del afàn polìtico del poder; serìa promover el cataclismo de un mundo que nosotros, el hombre, ha llevado a la deriva...!.
¿Y al verdugo quièn lo juzga ante el pie del cadalso...?.
¿Y al verdugo quièn lo juzga ante el pie del cadalso...?.
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