martes, 4 de agosto de 2015

CUANDO EL HOMBRE ES SU PALABRA...

(De Nicolàs Buenaventura), que resume lo siguiente: ´´un cuentero es alguien que a lo largo de su vida se ha ido llenando de historias, de leyendas, de cuentos, mitos y epopeyas. Un grupo de valientes guerreros, que todavìa no ha olvidado lo que es el honor, vive en su tobillo. Tres hombres que buscan su destino, cada uno de manera distinta, original, habitan su hombro. Una cantidad de mujeres astutas se ha instalado en sus rodillas. Otras, màs curiosas, lo recorren de arriba abajo. Una pareja de enamorados se ama en la comisura de sus ojos. De un momento a otro, en una noche de bajas estrellas, estos personajes, con sus historias, deciden subir por su garganta, llegar a su boca y vivir en su palabra´´. Termina la cita.

Mas, no es el caso del escritor, èste fabrica sueños y literalmente va por la vida haciendo y disfrutando lo que cada hombre normal hace. No obstante, dentro de tal normalidad alcanza las estrellas, se remonta a las nubes grises y azules si es que en ellas ve figuras, elucubraciones, fantasìas; es poeta entre veces, parodista, decimero, queriendo que el mundo entero con èl complacido quede; como dirìa Rolando La Serie, ´´pues si la murga se rìe, uno se debe reìr´´, corro tras las romerìas, y salgo, por ella gozo y me amargo y disfruto el vacilòn; y entre caminos, ya solo, allà, en el ´´Palo Alto´´ de cañas, debajo de esas palmeras, no recuerdo si ramera o la doncella del rancho, sólo la amè sin quimeras, dejàndome sus encantos...

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