martes, 25 de agosto de 2015

LOS HIJ@S; VIVO POR ELL@S...

Difícil aceptar el poema de Kahlil Gibran: ´´tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida deseosa de si misma; no vienen de ti, sino a través de ti, y aunque estén contigo no te pertenecen...´´ ¡Que cruel!, aunque exquisito en todas sus partes, sobre todo, cuando nos dice que podemos darles amor, aunque no nuestros pensamientos. Normal, y ojalà los suyos sean más sensatos que los nuestros; somos el arco, del cual nuestros hij@s como flechas vivas son lanzados, y en realidad, y a la postre del poema, eso soñamos, eso queremos; dejar que la inclinación en nuestras manos de arqueros sea para la felicidad.


Recuerdo, adentrado en la adolescencia, como dirìa Tomàs Morel, un muchacho engreído, a quien la vida se le entró por los ojos antes de que terminara la mañanita fresca de su inocencia, cuando mi madre me reprochaba y corregía los entuertos, diciéndome: ´´quisiera tenerte nuevamente en mi vientre para protegerte´´, pues todo padre o madre es como Dios que de su hijo o hija quiere hacer un Jesús o una Marìa llena de gracia, con el sacrificio enmendado y subsanado desde lo alto; la bendición de la gran prole de Abrahan por fecundas generaciones, entre reinados y otras noblezas como preseas del que da el oro y la plata.


´´Hij@ de gat@ cazador@ es´´, ´´mata de ahuyama no pare calabazas huecas´´; mas, otras bendiciones de enclaustradas y románticas afloran en los misterios de la vida, pues Salomè Ureña de Henrìquez, intelectual y unida por su esposo don Francisco Henrìquez y Carvajal a una familia de eruditos, logró con creces lo que al altísimo pidiere para su hijo Pedro Henrìquez Ureña: ´´Mi Pedro, no es soldado; no heredará de Cesar ni Alejandro los laureles, si alguna corona adornará su frente, la encontrará de sus estudios en los vergeles´´...

miércoles, 19 de agosto de 2015

CRÓNICA ANUNCIADA DEL TRIUNFO DE LA ATREVIDA IGNORANCIA...

En mi ya prolongado caminar no debo soslayar, haberme dado cuenta de lo prohibido que está tener talento, pues pululan en los corrillos y en grandes despachos donde no se despacha nada, salvo honrosas excepciones, el despiadado triunfo de la incapacidad administrativa indultada por la política partidaria. La ley sobre Servicio Civil y Carrera Administrativa jamás será un estamento de hecho ni de derecho mientras la mayoría de los preparados no militan en partido político alguno. Mucho más, si el talento a que hacemos referencia consiste en el estricto cumplimiento del deber y la debida ética. Dejar huellas fundamentadas en lo que debe ser, nos catapulta hacia el fracaso, convirtiéndonos en muertos en vida, fósiles andantes o especímenes raros ajenos a las reglas de juego. Por ello, interpreto a Josè Marìa Vargas Vila: ¡´´DESGRACIADO DE AQUEL QUE DEJA TRAS DE SÌ, HUELLAS DE SU YO, SI ESTE FUE EL DE UN ROMPEDOR DE AUREOLAS O UN TRITURADOR DE CADENAS...!. SU GESTO LIBERTADOR NO SERÀ PERDONADO JAMÀS, LA RAZA DE LOS ESCLAVOS ES TAN INAGOTABLE COMO LAS ARENAS DEL DESIERTO Y COMO LAS OLAS DEL MAR; DESGRACIADO AQUEL QUE DIJO LA VERDAD ENTRE LOS HOMBRES, ESE SERÀ LAPIDADO AÙN DESPUÈS DE MUERTO, CON TANTO FUROR COMO LO FUE CUANDO ERA VIVO´´!. (En las Zarzas de Horep, JM Vargas Vila, 1921).

jueves, 13 de agosto de 2015

EN EL ANTAÑO DEL SUR...

¡Oh, esos pueblos cerreros de mi Sur costero; dulces, salados, de hermosas mujeres en coros canteros!.

Y cantaban a prima noche ataviadas de un luto blanco y negro, sin estar tristes; iban gozosas con pañuelos a lo ´´Juana Saltitopa´´, llevando sus ojos puestos en un anaranjado horizonte manchado por la puesta del sol. Ya no ladraban los perros atormentados al silencio del crepùsculo, ni al taciturno cualquiera que de torpe tropezaba, y la chicharra gritaba consumida en la madera. La parsimonia se hace presente en esas calles sin asfalto por los senderos de El Peñòn, entre paseos de drenajes y tierra cortada por la humedad del Yaque y las ansias de tocar el atuendo blanco de Santa Lucia, su patrona, cuando la carretera quedaba atrás con sus bohìos florecidos, unos; yermos otros, platanales y cocos,  ya a lo lejos se observa el campanario y esa iglesia que por lo menos juntaba a los incautos y los hacían abrazarse como hermanos en tiempos de paz por dictadura; colorido de casas de madera, techadas de palma o cinc, galerías, patios con higüeros y gallinas que parecen danzar con sus patas cuando excavan con sus polluelos; dientes grandes y amarillos sonríen desde las ventanas duras que orgullosas muestran sus trancas y aldabas movidas por la brisa de cuaresma; mientras a los lados del camino, como para no estorbar, van los pescadores con ensartes de tilapias, se escurren sumisos, pues vienen en vía contraria, de allá, de Laguna Rincòn, desde donde vieron partir otra procesión de dameras, esas, sì, del Cercado de Las Damas, blancas y pecosas, recatadas y con blancas indumentarias; mujer que hasta su hablar es un canto, llevan coros repetidos hacia el escarpado alud de cactus maravillosos, de nieves que son cenizas, en eternas alabanzas camino hacia el cerro azul...

domingo, 9 de agosto de 2015

¿REMANENTES DE CONQUISTAS...?

Se vuelve la vida dominicana un cìrculo vicioso, inmersa aùn en los tiempos del robo primitivo, el asedio y el crimen del conquistador avieso y perverso; el saqueo, extraña forma de trofeo o gloria, que quita el pan al conquistado, considerado el enemigo, para inhabilitarlo, que, hasta guerreros considerados nobles e impolutos como Bolìvar y Gòmez, lo permitieron en algùn momento para no desmoralizar las tropas ni humillarlas con la subsistencia de los trillos.

´´Si mi pobreza llega al lìmite del vecino tendrìa que abrazarme a èste´´. Es lo que piensan estos remanentes de conquistadores hoy, enquistados en su tecnologìa diabòlica, y con ella, no solo nos roban el oro, estàn secando nuestros rìos, nos envenenan el agua, nos depredan los bosques y convierten en cemento el sistema orogràfico de nuestra geografía insular.

¡Oh Sur costeño que aùn tus aguas son bravas, pero tus peces estàn muertos!; los estàn matando adrede, como nos matan la vergüenza y el honor...

¡Resucita, oh Estado dominicano!; pues no eres Haitì, eres rebelde y guerrero como Enriquillo y Caonabo; aquel, Haitì, es un valiente que en un momento dado de la historia se sacudiò de sus cenizas, pero prefiriò a la postre conservar las cicatrices de sus espaldas, de una esclavitud impuesta, y que ellos, ya convertidos en reinado e imperio, impusieron a su propia sangre, sobre todo a los màs pobres; son sumisos por cultura y obscurantismo ancestrales; mas, tù, dominicano, en la estelaridad de la epopeya, como dijo Gòmez, tù, dominicano, David del Caribe, como dice Fidel Castro Ruz, recoges la flor a la altura de tu caballo.

¡A pelear si es preciso...!!!.

martes, 4 de agosto de 2015

CUANDO EL HOMBRE ES SU PALABRA...

(De Nicolàs Buenaventura), que resume lo siguiente: ´´un cuentero es alguien que a lo largo de su vida se ha ido llenando de historias, de leyendas, de cuentos, mitos y epopeyas. Un grupo de valientes guerreros, que todavìa no ha olvidado lo que es el honor, vive en su tobillo. Tres hombres que buscan su destino, cada uno de manera distinta, original, habitan su hombro. Una cantidad de mujeres astutas se ha instalado en sus rodillas. Otras, màs curiosas, lo recorren de arriba abajo. Una pareja de enamorados se ama en la comisura de sus ojos. De un momento a otro, en una noche de bajas estrellas, estos personajes, con sus historias, deciden subir por su garganta, llegar a su boca y vivir en su palabra´´. Termina la cita.

Mas, no es el caso del escritor, èste fabrica sueños y literalmente va por la vida haciendo y disfrutando lo que cada hombre normal hace. No obstante, dentro de tal normalidad alcanza las estrellas, se remonta a las nubes grises y azules si es que en ellas ve figuras, elucubraciones, fantasìas; es poeta entre veces, parodista, decimero, queriendo que el mundo entero con èl complacido quede; como dirìa Rolando La Serie, ´´pues si la murga se rìe, uno se debe reìr´´, corro tras las romerìas, y salgo, por ella gozo y me amargo y disfruto el vacilòn; y entre caminos, ya solo, allà, en el ´´Palo Alto´´ de cañas, debajo de esas palmeras, no recuerdo si ramera o la doncella del rancho, sólo la amè sin quimeras, dejàndome sus encantos...