En mi repertorio quiero,
darte esta vez algo nuevo,
mamá,
como el calor que me das
que para mi es el suspiro,
por ti vivo,
canto y respiro
y conservo la moral.
Cuando la madre se marcha
se nos parte el corazón,
despertamos con razón
juzgando nuestras improntas,
de acciones que nos soporta
camino hacia la deriva;
somos venales,
incomprensibles,
mientras la vemos con vida.
Mas,
la madre en el engendro
es la que aporta el latido,
los sentidos y sustancias
que dan propósito al ser;
no importa la circunstancia,
eres la esencia del nido,
rocío fresco,
querer vivo,
despierta en hermosa alba,
darte esta vez algo nuevo,
mamá,
como el calor que me das
que para mi es el suspiro,
por ti vivo,
canto y respiro
y conservo la moral.
Cuando la madre se marcha
se nos parte el corazón,
despertamos con razón
juzgando nuestras improntas,
de acciones que nos soporta
camino hacia la deriva;
somos venales,
incomprensibles,
mientras la vemos con vida.
Mas,
la madre en el engendro
es la que aporta el latido,
los sentidos y sustancias
que dan propósito al ser;
no importa la circunstancia,
eres la esencia del nido,
rocío fresco,
querer vivo,
despierta en hermosa alba,
aurora de atardecer...
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