(A propòsito de la seguridad del presidente Barack Obama, quienes de manera inusitada cayeron en el embrujo de supuestas prostitutas en Cartagenas de Indias, Colombia).
¡No se si porque era bruta!,
de hablar con poca dicciòn,
solo vì en su vacilòn,
su encanto de jembra puta...
¿Por què hay que soslayar la musa
de esa mujer de la calle?,
no disimules,
ni alardes;
es inteligente y ducha,
es parte de la creaciòn,
¡nos gusta por ser bien puta...!.
La conociste en la ruta
de tus amores furtivos,
te aprisionò en una gruta
que fue refugio del vino,
¡fìjate que sì...!,
que aùn vivo
de aquel tan grande deslìz,
de una negra cuan coqueta
con coraje y frenesì,
me quitò el tabù del medio,
me sentì un hombre felìz...
Borrosa se hace tu vista,
orejeras en las noches,
te vuelves macho cabrìo,
caballo manso y a trote,
en su serpentear te arrulla,
te lleva a pasear en coche...
¿Quièn se resiste al primor
de cinturas tormentosas...?,
aquellas bocas de rosa
que parecen coincidir,
con la manzana,
el pecado,
de aquel paraiso en marras,
que se creyò pretendido
de aquella hoja de parra,
que trajo sonrisa plena
y conquista tan sutil...
¿Dìgame si fue castigo
que el mismo Dios ha mandado?,
y es que no me siento dado
por la actitud de su enojo,
prefiero esos panties rojos
a hipòcritas andanadas,
actitudes retrasadas
de mentes tan influyentes,
de coartadas ortodoxas
de un celibato inconsciente...
¡No se si porque era bruta!,
de hablar con poca dicciòn,
solo vì en su vacilòn,
su encanto de jembra puta...
¿Por què hay que soslayar la musa
de esa mujer de la calle?,
no disimules,
ni alardes;
es inteligente y ducha,
es parte de la creaciòn,
¡nos gusta por ser bien puta...!.
La conociste en la ruta
de tus amores furtivos,
te aprisionò en una gruta
que fue refugio del vino,
¡fìjate que sì...!,
que aùn vivo
de aquel tan grande deslìz,
de una negra cuan coqueta
con coraje y frenesì,
me quitò el tabù del medio,
me sentì un hombre felìz...
Borrosa se hace tu vista,
orejeras en las noches,
te vuelves macho cabrìo,
caballo manso y a trote,
en su serpentear te arrulla,
te lleva a pasear en coche...
¿Quièn se resiste al primor
de cinturas tormentosas...?,
aquellas bocas de rosa
que parecen coincidir,
con la manzana,
el pecado,
de aquel paraiso en marras,
que se creyò pretendido
de aquella hoja de parra,
que trajo sonrisa plena
y conquista tan sutil...
¿Dìgame si fue castigo
que el mismo Dios ha mandado?,
y es que no me siento dado
por la actitud de su enojo,
prefiero esos panties rojos
a hipòcritas andanadas,
actitudes retrasadas
de mentes tan influyentes,
de coartadas ortodoxas
de un celibato inconsciente...
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