`` Y se arrepintiò Jehovà de haber hecho hombre en la tierra, y le doliò en su corazòn. Y dijo Jehovà: Raerè de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo, pues me arrepiento de haberlos hecho``. (Gènesis 5-6, V 6 y 7).
¿Còmo me ha de parecer?,
si no eras cabra,
cordero;
al pasar entre tus dedos,
que te hicieron fallecer,
enormes clavos de acero,
¿vinagre para beber?...
Jamás puedo comprender
por què soportaste el yugo,
y le diste de comer
a los que te vendieron luego;
te flagelaron ``a fuego``,
¿para salvar tus verdugos?...
Nunca he concebido al diestro
que preparase ``tu iglesia``,
que te quita la presteza
de ese ser con tantas luces,
te exhiben clavado en cruces
bendiciendo así su cetro.
Eres real por tu excelencia,
de improntas acrisoladas,
comprobadas por la ciencia
de manera inusitada...
¡Que malvada...!,
se imploró,
esa muerte innecesaria,
que comprobò lo precaria
de aquella bondad humana;
nos la pusieron bien agria,
pues hemos matado a Dios...
En tu nombre asesinaron
a millones de personas;
Las Cruzadas no fue broma
insertada en el rosario,
Legionarios a caballos,
y ``La Santa Inquisiciòn``,
llamaron mucha atenciòn,
los Caballeros Templarios...
No eres Cristo,
¡eres Jesús!,
ese Dios no religioso,
esa no fue tu actitud;
eres misterio y virtud,
un engendro milagroso.
¿Que te mataron ayer
para componer al hombre?,
jamás propongas volver
ante el verdugo maldito,
que con tu sangre y proscrito
multiplicó bien su maldad,
a nivel de que Jehovà
no contempla su perdón,
se olvidó de su piedad,
y arrepintió con frialdad
de su cruenta creación...
¿Còmo me ha de parecer?,
si no eras cabra,
cordero;
al pasar entre tus dedos,
que te hicieron fallecer,
enormes clavos de acero,
¿vinagre para beber?...
Jamás puedo comprender
por què soportaste el yugo,
y le diste de comer
a los que te vendieron luego;
te flagelaron ``a fuego``,
¿para salvar tus verdugos?...
Nunca he concebido al diestro
que preparase ``tu iglesia``,
que te quita la presteza
de ese ser con tantas luces,
te exhiben clavado en cruces
bendiciendo así su cetro.
Eres real por tu excelencia,
de improntas acrisoladas,
comprobadas por la ciencia
de manera inusitada...
¡Que malvada...!,
se imploró,
esa muerte innecesaria,
que comprobò lo precaria
de aquella bondad humana;
nos la pusieron bien agria,
pues hemos matado a Dios...
En tu nombre asesinaron
a millones de personas;
Las Cruzadas no fue broma
insertada en el rosario,
Legionarios a caballos,
y ``La Santa Inquisiciòn``,
llamaron mucha atenciòn,
los Caballeros Templarios...
No eres Cristo,
¡eres Jesús!,
ese Dios no religioso,
esa no fue tu actitud;
eres misterio y virtud,
un engendro milagroso.
¿Que te mataron ayer
para componer al hombre?,
jamás propongas volver
ante el verdugo maldito,
que con tu sangre y proscrito
multiplicó bien su maldad,
a nivel de que Jehovà
no contempla su perdón,
se olvidó de su piedad,
y arrepintió con frialdad
de su cruenta creación...
¡Enhorabuena! Celebro el buen uso del lenguaje que -con altura; denuncia la daga del mal al mientras resalta la infinita misericordia de Dios, Nuestro Padre Creador y al Cordero Inmolado; Jesucristo, Nuestro Redentor. Sea la Gracia de Dios contigo y los tuyos. Un abrazo. Juancito.
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