Y tú, que has hecho presencia en mi vida cuando la sensualidad canta en el río, con fuerza y con brío, las aves palmeras hermosas emulan con gestos tu existir en sus marañas, mientras la halcón, hembra , señorial, se posa y mira con ternura dejando escapar de sus rapiñas un amor dulce como el agua que ya libre baja de las montañas. Si son señales de amor, bienvenido sea y con rostro de mujer, todo lleno de primor.
¡Pero que lindas se ven las mañanas...!.
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