sábado, 18 de junio de 2022

¡ALLÁ, EN LA IMAGINARIA CIVILIZACIÓN!

 Y en los caminos boscosos, cuando pese a los aserraderos esclavistas, aún no se sentía la depredación; se escuchaba la voz del silencio, el viento y su silbido, la canción del forajido y la fuerza bruta del trabajo, allá, en los altos y bajos, a su falda, parecía hablar la loma sobre cenizas marchitas.

La guerra, especie de leyendas, premoniciones de la vida y el destino junto al serpentear del río, simples cuentos de caminos al final de la cosecha, bajo manadas, cantar de alondras que en su volar arrullan y huyen del pantano frío.

¡Hemisferio!, de países con misterios en los caminos agrestes, no los escuchan ni los tienen tan de frente por ser sus tiempos muy lejanos, de una civilización que en vano nos trae angustia, dolor; presagios de los caminos, cuevas montunas que hablan con su eco, montañas que paren ratas y humanos en su embeleco.

Es misterioso el camino en su hablar tan silencioso; se habla de perros que con presagios malditos descienden de lo más alto, porque afuera, es hábitat de tormento, mientras encuentras sombras, canto de silencio y grima, adentro...

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