¡De los nuevos tiempos, bravuras!;
calor que nos abate, cuando el
corazón aún siente y late
invocando la ternura;
cuando no el bullicio, silencio,
esperas que se exasperan,
amor que queda irredento.
¡Oh, consumo desmedido!,
no nos trae felicidad; es sólo
buscar a tientas tropezando
con maldad, enclaustrado tras
un cariño que quedó muerto
en el vino; mientras,
vienes y vas, mas, te levantas,
siendo tú el primer entuerto
de un soñador peregrino;
Insistes, ¡oh sociedad!,
quien te obliga con frialdad
mientras camino, camino...
No hay comentarios:
Publicar un comentario