¡Cuanto tarda en llegar
un amor sensato!;
¿Se lo tragó la tecnología
enloquecida?,
aquella que no existía
cuando los tiempos eran
gratos;
Besos impresos en piel
para no borrar un día,
que ayer,
las mieles no se perdían
recónditas en tu ser;
Y es que se envilece la espera,
cuando hoy,
los besos son de quimera,
traición;
sabor de engaño tienen
tus labios cuando me besas,
dice la canción,
en esa espera inaudita
que entre sus teclas malditas
nos marchita el corazón...
No hay comentarios:
Publicar un comentario