viernes, 1 de noviembre de 2019

¡HASTA QUE DIOS QUIERA, DE NUEVO AQUí...!.

Parece se detiene la vida cuando por causas ajenas a nuestra voluntad hacemos silencio en las redes. También escuchar voces de papagayos repitiendo nos llevan al hartazgo, como a ese nivel llevo a los que con esfuerzo me leen, porque quizás y sin quizás mi pluma sigue romántica, nostálgica y añeja, no obstante ver los nuevos sonetos, buenos y excelentes, aunque no distinguen la décima de la parodia ni la máxima de hermosas prosas; al llegar de plano y lugar más lejanos, ya me olvido de Juan Antonio Alix, quien inspiró en nosotros esa distracción sublime, junto con la cultura peraviana de los ,,Chuines de Baní,,.

¡Y que bueno!, ya no me siento tan solo en el desierto de las voces que se pierden entre vientos de arena, cuyo silbido obviamente al alma no llega; gavilán que en un verano acompaña una gaviota, sigue la musa, se nota, pues en el horizonte brota, risa y cuerpo de sirena...

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