Ya quisiéramos... y que la vida sea como sueños, despiertos, como correr de párvulos a la expectativa que les expresan las flores, la quimera que trae el aire primaveral de abril, los amores racionales de la temprana edad, los besos, la pubertad, sin conocer el sufrir;
Ya quisiéramos sentir, que el sofoque del calor, amarguras y dolor quedaron allá, en las cuencas, cavernas de los tiempos, lejanas, que son frescas las mañanas y tu caliente el sustento...
Y es que aún te llevo dentro, entre esos sueños despierto, en la selva de cemento que la existencia me inquieta; todavía se ven tempranas tus trenzas de colegiala, cuando a lo lejos doblan las campanas con tu acompasado encanto, gotas de lluvias silentes, ruidos del canto al gemir, calma de sueño, despierto, vuelvo a dormir...
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