EL CAMINO NO ES TAN LARGO...
A ti, que desde tiempos lejanos
al lecho acudo temprano,
como si apurara a octubre;
ese, que con su urdimbre,
me dice que no es en vano
los besos bajo su luna
de amor que se hizo costumbre...
¿Dónde estás amada mía?,
ojos de soles que,
en su alumbrar,
prometieron regresar;
Mis amores, provinciana,
mujer de espíritu alado,
me dijo el acantilado
que es tu risa su cascada;
No permitas que este octubre
sea el otoño de tu nombre
en las poses de mis sombras,
pues sí,
vuelan viejas mariposas
que aún esperan tu regreso,
¡y hasta la flor del cerezo!,
fuera de tiempo se asoma...