lunes, 13 de noviembre de 2017

GENERAL RAFAEL MATOS CUEVAS (FALÉ).

¡Increíble verle compartir gran parte del transcurrir del siglo XX!; conocer en Barahona sus ultimos hij@s, Primitiva (doña Tiva), Rafaela (Ela) y Rafael Matos Báez (Alito); este último el más joven caminante de la prole de un hombre de guerra y vida: ´´entre sueños de mi pueblo, se ve altivo como el viento; van y vienen los vecinos, es costumbre, es sustento; allá va ´´Alito´´ Matos, dícese hijo de Falé, general de aquellos tiempos´´...

Y dice el general Falé: ´´sí hombre, sí, yo siempre cabalgué con él, y quiere que le diga, el general Pedro Florentino perdonó más vidas que lo que mató´´, recordaba Matos, uno de sus lugartenientes. Y continúa: ´´muy perdonador de vida era Pedrito, yo por ejemplo me hubiera tirado al ´´Cabuya´´ese (Cabraleño, llamado ´´La Fiera Indomable´´, y quien mató a un hijo de Florentino por asuntos personales), el santanista que le malogró el hijo. Si fuera por mi, le hubiera roto el alma al general Domingo Lazala, por ser el juez que condenó a muerte a Francisco Sánchez. Yo hubiese fusilado en Baní, después de lo de Ocoa, al capitán Máximo Gómez en vez de ponerme a darle consejo y hubiese fusilado a Luperón, porque lo ordenó el gobierno, y además ese negro, dejó escapar la gente que después nos jodió en Sabana Cruz´´.

Poco antes de morir el anciano general, Trujillo visitó Barahona y pidió compartir con el legendario hombre, Rafael Matos (Falé), último restaurador de la república; hay que reconocer que Trujillo se deslumbraba con aquellos hombres que hicieron patria cabalgando; así mismo, el jefe tuvo gran admiración en su niñez por el general ´´Jimaquén´´, muerto por una picadura de serpiente cuando se arrastraba por costas sureñas en su trajinar de guerra; Trujillo compartió con el general Alfredo Victoria, a quien le dispensó distinciones honoríficas. Cuando el general Falé está tratando de llegar a la tarima donde se encontraba el generalísimo, un guardia de la seguridad, ignorante de la orden dada por Trujillo de compartir con Falé, trata de detenerlo, y éste le dice a Trujillo, señalando al guardia, ¿y quien es ese perro que ladra?...

Texto de consulta: Memorias de Concho Primo (J.M. Soto Jiménez).

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