Para poder vivir;
es menester resistir
las inclemencias de
un tiempo,
que nos somete,
portento,
a su maldad opresora,
pues del pasado se añora
esas tardes con aurora
y el alba ausente que hoy llora
su siniestro devenir;
Me empuja la sociedad
a una rutina inaudita,
ya no son las mañanitas
esperanzas,
devociòn;
ya muriò el canto del rìo,
y aquellos amores mìos
que susurran en cosechas;
sòlo leyes,
letras muertas,
rosas secas sin amor...
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