¡Y esta vez sí se marchó!,
atiborrada de pesares
más que de amor;
atravesaba el camino
dejando escapar el sopor
que nunca cupo en su maleta,
tampoco en su corazón;
tambaleaba su cuerpo,
su indecisión,
de retórica virtual y literal
era repleta;
dejó escapar por ser de otoño,
el perfume de su flor...
atiborrada de pesares
más que de amor;
atravesaba el camino
dejando escapar el sopor
que nunca cupo en su maleta,
tampoco en su corazón;
tambaleaba su cuerpo,
su indecisión,
de retórica virtual y literal
era repleta;
dejó escapar por ser de otoño,
el perfume de su flor...
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