jueves, 14 de enero de 2016

¡CUANDO QUIEN ESTÀ EN LECHO DE HOSPITAL ES TU MADRE...!.

¡Oh madre mía!,
que sea una tempestad;
una más de las que venciste
con tu valor espartano,
no te sueltes de mis manos
ni resbales estos dedos
que te aprietan con denuedo
en mis recuerdos de antaño;

Eras china trigueñita,
de ojos profundos,
brillosos,
tus cachetes con pequitas,
tus cariños tan golosos;

¡Quédate madre!,
¡Quédate entre nosotros!;
porque  en esos caminos,
angostos,
aún labra el carpintero,
ciguas palmeras que en sueños
cantan dulzuras,
primor;
sigue tu rumbo mi vieja,
te saluda el ruiseñor;

Allá, en tus caminos de acoso,
donde urgida,
entre tus brazos,
mojaba tu espalda estrecha;
hoy te saludan los vientos,
aquella brisa sureña,
la inhospitalidad del campo
y las gramíneas cañeras;

¡Te quiero viva!, madre,
aunque sea para aguantarme
la felicidad que anhelo;
es la moral que tù das
de un instinto inmaculado,
en ti no existe hijo feo,
tampoco los hijos malos;

Aunque sea para mecerte,
ante el alba, 
un nuevo sol;
decirte siempre ¡te quiero!,
mientras ves nacer la flor...

¡Bendición mamá querida!.


No hay comentarios:

Publicar un comentario