viernes, 1 de noviembre de 2013

``MAMÀ TINGÒ...``.

¡Oh Florinda Soriano!, te catapultó al mundo de los inmortales ese microbio humano, vivo aùn, al servicio del ``hacendado`` Santiago Dìaz (Chaguito), para borrar el sudor que por muchos años abonó tu propia tierra. Te matò ese ladròn adjunto al servicio de los intereses de siempre, milenarios, seculares, bebedores de sangre humana y dignidad.

Pudo matarte el lobo feroz por orden de  su dueño porque no vieron nunca màs allà de sus narices. El justo apreciarìa de inmediato tu valor y orgullo negroide, y lo manifiesto por la fe en tu raza, que es la mía  quizás por mi bisabuela ``Mai`` Feliz, de allà, de tierras de Rincòn; por tu colorido pañuelo ceñido a tu cabeza hirsuta y tu porte de Juana Trinidad ``La Saltitopa``, coronela de nuestra causa independentista.

Debe ser muy grande tu espíritu,  pues se sabe que luchaste hasta la muerte con ese patàn, por lo que se siente su influencia en la brisa que sopla por La Victoria y Yamasà, y se aprecia que eres un ser de luz, esos que mitifican, nunca mueren, y que simbolizan la lucha de la desigualdad humana, del poderoso contra el débil , del diablo contra Dios...

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