Se pone conciencia al arte, por la fama. ``El hombre es insaciable en su afàn de gloria...``, dijo Aristòteles, mas, le presta el corazòn algunas pinceladas recònditas que no se divorcian del ego; pues el corazòn, primer aliado del amor, tambièn tiene sus bajas pasiones.
El arte esculpido, el arte del lienzo, el arte que sacas al cuero y al güiro, el arte en arena; el arte de engaño, del hombre, de la mujer bella; el arte de la palabra del erudito tribuno, de la mentira hecha verdad...
El amor tiene piedad de quien sabe su enemigo, el amor nos da el abrigo que nos pide el corazòn, esta vez sin ver razones, solo se deja arrastrar con la libertad que quiere; en cada rastro se hiere, no se muere ni se ufana, solo lleva encanto al alma, no importa asì se condene; es tener a Dios perenne desde que existe Jesùs, aquel, que legò en la cruz, el amor sin condiciones...
El arte esculpido, el arte del lienzo, el arte que sacas al cuero y al güiro, el arte en arena; el arte de engaño, del hombre, de la mujer bella; el arte de la palabra del erudito tribuno, de la mentira hecha verdad...
El amor tiene piedad de quien sabe su enemigo, el amor nos da el abrigo que nos pide el corazòn, esta vez sin ver razones, solo se deja arrastrar con la libertad que quiere; en cada rastro se hiere, no se muere ni se ufana, solo lleva encanto al alma, no importa asì se condene; es tener a Dios perenne desde que existe Jesùs, aquel, que legò en la cruz, el amor sin condiciones...
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