domingo, 30 de junio de 2013

¿AMORES VERDADEROS...?

¿Es el amor rebuscado un amor verdadero...?. No, el amor es como el relámpago, inesperado; irrumpe en aguas tormentosas, se aleja y vuelve como aquellas espumas viajeras al vaivén de las olas. Amor que causa placer mientras màs cerca; dolor que embriaga y a la vez nos hace fuerte; amor que con su olor amaña; siento pàlpito en el alma por un amor que me mata si no te vuelvo a ver...

domingo, 16 de junio de 2013

¿SERÀ SE ACERCA EL OCASO...?

Vemos ventanas inclinadas
camino hacia nuestros campos,
se va perdiendo el encanto
de esos puentes repentinos,
que no conducen a nada,
sòlo al bache del destino...

El pueblo es el mismo acaso?,
si miras de relumbròn
y te encuentras el camiòn
que una vez repartiò hielo,
se decía era de los Melo,
se siente el tiempo,
el ocaso...

Corro tras generaciones,
me siento el mismo de ayer,
y encuentro en ese correr
mutaciones,
actitudes,
las que en escasas virtudes
junto en el atardecer...

Busco el camino,
me canso,
¡se me perdió la mujer!,
y es que no existe en el canto
aquellos predios de arena,
se siente la brisa ajena,
¿dónde fuiste mi querer...?.

Sigue allí tu río obrador,
nuevas caras,
entelequias;
sigue su curso al Peñón,
sigue bañando tus muertos;
la arena sigue azotando,
y aunque remolinada en asfalto,
sigues siendo Jaquimeyes,
por la acción de tus espectros...

¡Pero dime vida...!,
¡dímelo a mi por si acaso!,
¿es como agua escorrentías
que está llegando el ocaso?...








domingo, 9 de junio de 2013

¡ QUE LÀSTIMA, CREO TODO ESTÀ ESCRITO...!!!!.

El deseo de escribir
sobre vidas misteriosas,
contienen ya de intenciòn
mi mano tan sigilosa.

Se ha dicho de la mujer,
que hermosa,
te ofrece una vida plena;
del sabor a la cayena 
que te dejan en la boca,
cuando a tu cariño invoca,
sobre todo si es ajena...

Se ha escrito sobre la pena
de aquel amor que nos mata,
que en su discurrir delata
lo sinuoso de su encanto,
o escapas porque arrebata
o te bañas de su llanto...

Se ha escrito sobre el amor
escarpado y con barreras,
y aquel amor sin fronteras
que aparente,
no lastima,
mas, se llena de rutina
y costumbres de quimeras.

Y es que por màs que tu quieras
sigue su curso la vida,
no es grato querer con pena
si pierdes la inspiraciòn,
quièrela con devociòn,
no con torturas ni heridas...

Diatribas escribiò Neruda,

con aire de poesìa,
y Cervantes que sabìa
que un ``Quijote`` lleva un ``Sancho``,
en ``Cien Soledad`` me encanto
con aquel ``Gabo`` Garcìa...

De Juan Bosch con ``La Mañosa``,
en ``Tiempos de Concho Primo``;
allì estuvimos,
volvimos,
con Trujillo me levanto;
nos da grima,
precundìa,
bailamos ``La Pringamosa``,
y entre risas celebramos
``El Gran Manco de Lepanto``.

La polìtica que en parte,
nos trae dolor,
corrupciòn;
de falta de educaciòn
ya se ha escrito con dislate...

De salud,
con ``Gripe Aviar``,
la ``Porcina que Camina``,
el acoso que margina
no importa cual sea la edad,
aborto con frìa maldad,
crimen de droga,
acicate;
inseguridad social,
el ``Colera`` de Garcìa Màrquez...

De Atilas y su caballo,
ese adalid de ``Los Hunos``,
de ``Las Uvas de la Ira``,
la gran industria del vino;
atràs el romanticismo,
Mario Puzo y ``El Padrino...``.

Sigo allì en mi laberinto,
mientras camino, camino...
































martes, 4 de junio de 2013

FRAGMENTO FINAL Y NOSTÀLGICO DE MIS ESCRITOS SOBRE ``EL VIAJE A SANTIAGO DE LOS CABALLEROS...``.

Ahì està el cibao, con màs altas que bajas, con màs honras que deshonras. Interpreto a don Tomàs Morel: ¡``Que interesante este cibao, donde los pies del hombre recièn llegado, ahondan raìces, para aquietar sus pasos``!. Y continùa: ``En el se encuentran todos los tipos humanos... desde el viejo socarrón  amigo de las pulperìas y contador de cuentos, hasta el muchacho engreìdo, a quien la vida se le entrò por los ojos antes de que terminara la mañanita fresca de su inocencia...``. ``La llanura, la sierra, el ``pueblito``, arrebujado entre lomas; el rumor del viento; el camino alocado; la ``campuna`` maliciosa; las tonadas conuqueras, endechas de ternuras que despiertan sensibilidades insospechadas, hicieron en mi el milagro casi bìblico, de volverme otro hombre.... ¡Y què serà de ti, hombre de ciudad que ignoras estas cosas...?!. Termina la cita.

Y yo, que vuelvo, despuès de tantos años de un viaje soñador, me detengo allà, en el camino real, frente a frente al pico Diego de Ocampo, el que amenazante me saluda con el frío y la pertinaz llovizna de una tarde de invierno. Observo la casita del pasillo empedrado, con la sombra de los àrboles y un tamarindo centenario; me inquieta la sentida ausencia de las aves y la presencia de un horno ya vetusto que hacen nostàlgico el encuentro de un lugar abandonado, donde los que habitan taciturnos, màs el cantar del viento entre las palmeras, grimoso y desafiante, nos comunican que existiò allì una familia: los Gòmez.