Cuando comenzamos de nuevo,
se crean las expectativas,
se enderezan los entuertos
y se acaban las diatribas...
Todo cambia,
dijo Heràclito,
filòsofo del devenir,
quien se creyò en advertir
que el hombre no se destruye,
se transforma
y como el agua huye,
detràs de un gran porvenir...
No pretendemos morir
sin lo sensible del cambio,
se ensancha el alma del rancio
de amores en torbellinos
y emprendemos el camino
de otros besos,
de otros labios...
Y es que amores peregrinos
vuelan como mariposas
y nos dejan en la boca,
un amargo,
un dulzor;
bien nos encanta el desliz
o morimos de dolor...
Pero, cambia,
mueve placentera el alma,
que no te detenga el trauma
de saudades inauditas;
la vida es corta y bonita,
es utopía encantadora,
¡quédate sí, en el aurora,
de la hembra que te gusta,
si es que el iris de sus ojos,
no te mienten,
nada ocultan...!.
se crean las expectativas,
se enderezan los entuertos
y se acaban las diatribas...
Todo cambia,
dijo Heràclito,
filòsofo del devenir,
quien se creyò en advertir
que el hombre no se destruye,
se transforma
y como el agua huye,
detràs de un gran porvenir...
No pretendemos morir
sin lo sensible del cambio,
se ensancha el alma del rancio
de amores en torbellinos
y emprendemos el camino
de otros besos,
de otros labios...
Y es que amores peregrinos
vuelan como mariposas
y nos dejan en la boca,
un amargo,
un dulzor;
bien nos encanta el desliz
o morimos de dolor...
Pero, cambia,
mueve placentera el alma,
que no te detenga el trauma
de saudades inauditas;
la vida es corta y bonita,
es utopía encantadora,
¡quédate sí, en el aurora,
de la hembra que te gusta,
si es que el iris de sus ojos,
no te mienten,
nada ocultan...!.
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