¡ OH MI PAÌS...!.

¡Oh mi paìs...!
que un dìa prendiste las luces,
mas sus reflejos te ciegan
y vas cayendo de bruces,
con creces,
con frenesì...

Ya no se si soy de aquì
o si es un sueño maldito,
no se por què veo marchito
aquel, mi credo por tì,
pues no quiero al forastero
``valorar tu libertad...``,
¿o es que es mera realidad
el castigo sin piedad
por la pasiòn que perdì...?.

¡Oh maldita civilizaciòn...!,
dijo el poeta Morel,
que a su Santiago de ayer
escondìa sus campanarios,
y ya los hilos cobrizos
de aquel lugar legendario,
morìan en su atardecer...

¡Oh mi paìs... mi Quisqueya!,
la de los diestros caciques,
por què en tu tierra moviste
la independencia en arena,
valientes hombres centellas,
mujer de cuerpo en sirena,
por entelequias modernas,
``jaqueadores`` de sistemas...?.

¿Dònde està la sangre derramada,
que contra viento y espada
nos costò la libertad?,
si veo mis hijos con pena,
con justicia que envenena
donde no hay autoridad,
donde la indulgencia es plena,
aquì no hay seguridad...

¿Garantiza mi esperanza
el consuelo de votar...?,
los valores se han perdido,
estàn muy empantanados,
pues somos narigoneados
a imàgen y semejanza,
de extrañas luces en sombras,
de muerte aleve,
acechanza...

¡Oh mi paìs...!!!.