En mi diario caminar
pude apenas divisar
dos banderas que al ondear,
dejaban sus plisas sueltas,
ni rèplicas en las puertas
de casa de un general...
No se como el gran Cabral,
y Duvergè, del Memiso,
dejaron sus cueros lisos
en sus cruentos batallar,
si hasta donde el general,
el caso se le hace omiso...
Me calmo y me tranquilizo
porque el lienzo tricolor,
de por sì lleva el amor
al dominicano llano,
que en sus casitas de guano
exhibe con gran orgullo,
un mantel con su color
y de hilos cuan cobrizos,
de un blanco, azul y rojo,
con la pureza, el arrojo,
la lucha de mis patricios...
Si el escudo nos presenta,
esa biblia tan sagrada,
no entiendo por què en tu sala
no enarbolas sus palabras,
las que hablan de bondad,
amor por la humanidad,
de Dios Patria y Libertad...
Es menester màs allà,
en los campos y hasta en lomas,
emulemos la experiencia
de pròceres que al bordar,
nos legaron batallar
honrando nuestra existencia,
tenemos en la conciencia
a la gran Concepciòn Bona,
``Saltitopa``, la coronela,
y a Marìa Trinidad...
pude apenas divisar
dos banderas que al ondear,
dejaban sus plisas sueltas,
ni rèplicas en las puertas
de casa de un general...
No se como el gran Cabral,
y Duvergè, del Memiso,
dejaron sus cueros lisos
en sus cruentos batallar,
si hasta donde el general,
el caso se le hace omiso...
Me calmo y me tranquilizo
porque el lienzo tricolor,
de por sì lleva el amor
al dominicano llano,
que en sus casitas de guano
exhibe con gran orgullo,
un mantel con su color
y de hilos cuan cobrizos,
de un blanco, azul y rojo,
con la pureza, el arrojo,
la lucha de mis patricios...
Si el escudo nos presenta,
esa biblia tan sagrada,
no entiendo por què en tu sala
no enarbolas sus palabras,
las que hablan de bondad,
amor por la humanidad,
de Dios Patria y Libertad...
Es menester màs allà,
en los campos y hasta en lomas,
emulemos la experiencia
de pròceres que al bordar,
nos legaron batallar
honrando nuestra existencia,
tenemos en la conciencia
a la gran Concepciòn Bona,
``Saltitopa``, la coronela,
y a Marìa Trinidad...