`` POCOS CONOCEN LO QUE REALMENTE SOMOS, MAS, TODOS VEN LO QUE APARENTAMOS...`` (Nicolàs Maquiavelo).
¿Què tan agreste es mi Sur,
què tal sus profundidades...?,
si en sus escarpadas lomas
se siente el canto del llano,
raìces que son bondades.
Se siente la brisa aviesa
que corre a los ``cuatro vientos``,
del cielo parece invento
y no es tanta la maleza,
entre arroyos, ríos y cuencas,
encuentra el hombre el sustento.
Camina y camina el Sur,
alcanzas ``Vengan a Ver```...,
mira al ``Estero``, ``Rincòn``
y vuelves a Jaquimeyes,
``Palo Alto`` y ``El Peñòn``,
¡quèdate al amanecer...!
Què se te puede ofrecer
que no sean sus platanales,
las uvas y otros frutales
cuando empieza a florecer;
existe allí una mujer
de una gracia muy amena,
tiene cuerpo de sirena,
ella es flor de ese vergel...
Al llegar a Jaquimeyes
me inquieto en melancolìa,
pues no siento nada agreste,
veo un espeso verdor,
la tierra y el tibio sol,
el pico ``Martìn Garcìa``.
Miro hacia el Este y el Norte
y no encuentro allì trigueña,
que tenga gracia màs plena,
llena de encanto, sabor,
de ternura con amor,
de codiciada consorte...
Camina y camina el Sur,
ya pasaste por Cabral,
allì pudiste encontrar
la mujer que hablando canta,
cuevas montunas,
alabanzas,
camino hacia el cerro azul...
Pues son de allà,
del ´´Cercado de las Damas``,
el ``Limòn de la Florida``,
la del ``Berbesì``, su loma,
muy pròximo a Barahona
de un Mar con ruido y sirena,
la de las lindas Mencìa,
hermosas Anacaona
que nos encanta la vida
en noches de luna llena...
¿Què tan agreste es mi Sur,
què tal sus profundidades...?,
si en sus escarpadas lomas
se siente el canto del llano,
raìces que son bondades.
Se siente la brisa aviesa
que corre a los ``cuatro vientos``,
del cielo parece invento
y no es tanta la maleza,
entre arroyos, ríos y cuencas,
encuentra el hombre el sustento.
Camina y camina el Sur,
alcanzas ``Vengan a Ver```...,
mira al ``Estero``, ``Rincòn``
y vuelves a Jaquimeyes,
``Palo Alto`` y ``El Peñòn``,
¡quèdate al amanecer...!
Què se te puede ofrecer
que no sean sus platanales,
las uvas y otros frutales
cuando empieza a florecer;
existe allí una mujer
de una gracia muy amena,
tiene cuerpo de sirena,
ella es flor de ese vergel...
Al llegar a Jaquimeyes
me inquieto en melancolìa,
pues no siento nada agreste,
veo un espeso verdor,
la tierra y el tibio sol,
el pico ``Martìn Garcìa``.
Miro hacia el Este y el Norte
y no encuentro allì trigueña,
que tenga gracia màs plena,
llena de encanto, sabor,
de ternura con amor,
de codiciada consorte...
Camina y camina el Sur,
ya pasaste por Cabral,
allì pudiste encontrar
la mujer que hablando canta,
cuevas montunas,
alabanzas,
camino hacia el cerro azul...
Pues son de allà,
del ´´Cercado de las Damas``,
el ``Limòn de la Florida``,
la del ``Berbesì``, su loma,
muy pròximo a Barahona
de un Mar con ruido y sirena,
la de las lindas Mencìa,
hermosas Anacaona
que nos encanta la vida
en noches de luna llena...
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