martes, 19 de julio de 2011

LA JUSTIFICADA CORRUPCIÒN (Artìculo escrito por nosotros en el periòdico Ultima Hora de fecha 21 de marzo de 1992, cuando en sus memorias del 27 de febrero de ese año, el Dr. Balaguer justificò la corrupciòn).

Estamos completamente seguros que quien hablò ante el Congreso el 27 de febrero fue el Balaguer histriònico, el hombre ``mago``, ducho, desde generaciones, en confundir las masas para crear opiniòn pùblica. Estamos conscientes de que esas palabras referentes al tema que nos ocupa, no brotaron de su corazòn sino de su don proselitista y perturbador. Su hombría humilde y la seriedad que incuestionablemente refleja, que lo han elevado a la cima y convertido en un hombre del universo, estàn y estaràn con èl de manera imperecedera.

La corrupción administrativa dentro del Estado implica el deterioro econòmico de la sociedad de gobernados y de los organismos oficiales o no que tienen en sus manos los servicios pùblicos, sobre todo, la salud y la educaciòn. Una, para que no acabemos al fin de convertirnos en un cementerio de vivos, otra, para que el país no termine de caer en el pantano arrollador de la criminalidad y la delincuencia en sentido general. Implica además la crisis que trae consigo el endeudamiento externo, la compra-venta de nuestra independencia polìtica y, por consiguiente, de la soberanía y los principios patrióticos.

Aunque la corrupciòn existe, no desde la època de Cristobal Colòn, sino desde los confines de la humanidad, este fenòmeno no se justifica. Es como el dolor y la muerte que por impotencia los permitimos, pero no los aceptamos.

Tenemos entendido que el doctor Balaguer es uno de los hombres màs serios y pulcros que ha parido esta tierra. Por lo que no creo ni acepto sus palabras, salvo las mismas sean productos de las expectativas polìticas.

Serìa echar por la borda tanta sapiencia, que, de otrora, se consume en un día tan importante como el de la Independencia Nacional. Serìa dar permiso al libertinaje asustadizo que asecha las oportunidades execrables.

Serìa tambièn permitir que aquellos que manejan la opulencia econòmica de la naciòn dominicana, terminen por tragarse al hombre comùn, sencillo, virtuoso y diligente padre de familia, aquel que no medra ni se ensucia del cieno cloacal del sistema.

Serìa, en fin, compartir con los escritos del cèlebre Josè Ma. Vargas Vila, cuando en uno de sus tenores, èste, a veces irònico, al referirse a la necesidad que tiene el mundo y sus sociedades de ser cada dìa màs limpios y correctos, manifiesta lo siguiente: ``DESGRACIADO AQUEL QUE DEJA TRAS DE SÌ HUELLAS DE SU YO. PORQUE LOS ESCLAVOS (DEL SISTEMA) SON TAN NUMEROSOS COMO LAS ARENAS DEL DESIERTO... DESGRACIADO DEL HOMBRE QUE DIJO LA VERDAD ENTRE LOS HOMBRES. ESE SERÀ DILAPIDADO EN VIDA Y AÙN DESPUÈS DE MUERTO...``. Termina la cita.

En Gènesis 19-24 dice: `` Entonces Jehovà hizo llover azufre y fuego procedentes de los cielos sobre Sodoma y Gomorra``.




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