¡Ya no sorprende!,
pues se había marcado el hito
en un pasado reciente,
la inmoral, cuan insolente,
crimen de lesa natura,
nos echan lodo, inclementes,
todo tipo de basura.
Se marcha la embajadora
de una gracia tal cual Eva,
de sonrisa amplia, hembra,
que baila como Ysadora;
ella sembró ética y canto,
saboreamos el encanto
de una diplomacia plena,
dulce y pura,
nos enamoramos de ella...
Amagues nunca faltaron,
siempre nos amenazaron
como a países de mierda,
no sólo el loco de ayer,
quieren poner de revés
nuestras costumbres añejas;
No se escucha ya el merengue,
cada día más se aleja,
ni se estudia nuestra historia,
los que llenaron de gloria
la majestad del Estado,
el dembow, acaramelado,
así como un tal ´´teteo´´,
lo bailan hasta las viejas;
¡Fortaleza soberana!,
respetarnos,
es lo que necesitamos,
ahí radica mi queja...