viernes, 28 de octubre de 2016

¿HASTA CUÁNDO, MAMÁ?

Existir y no vivir,
una forma de sufrir
que nos acorrala el alma,
y aunque nos conforta la oración,
la calma,
mas,
se nos rompe el corazón;

El hombre,
como el árbol,
suelta en la brisa tensa
las hojas secas de su otoño,
en lo que llega el retoño,
y en eslabones tus trenzas;

Luces tenues en el cuerpo
de ese ser que me creó;
¿hasta dónde llevas, Dios,
ese amor tan prohijado,
del que me siento ufanado
como abejas en su enjambre,
tras la reina,
que es mi madre en su sentido,
quien a tientas,
y sigilosa,
está abandonando el nido?;

Entre ese ocaso inaudito
a mi me arrancas el alma,
sólo te pido en la calma,
brechas con luz entre gritos...

jueves, 20 de octubre de 2016

NOSTALGIA DE LLUVIAS...

Inerte e inflexible debe ser quien no reacciona ante la lluvia, intempestiva o no; hay quienes de emoción titiritan gozosos de la tibieza hogareña, del juego asustadizo del perro por temor a los relámpago que iluminan los espejos a medio cubrir por la vieja para evitar los rayos; se gozan hasta de la gota que salpica y no logra traspasar el oscuro mosquitero, y del sonido peculiar que produce en la ´´taza de noche´´ esmaltada. ¡´´Agua Dios´´!, dicen los del Cibao adentrados en la virtud de la cosecha y su principal materia prima; con profusión escapa del labriego el espeso humo de su cigarro casero, recostado, con su sombrero de ´´panza de burro´´, como si acechase, en un quicio de la puerta principal; ataviados e impotentes lucen los puentes, burlados por las corrientes que superan sus estructuras; anafes apagados o encendidos, caras duras, sonrientes, porque también amor y dulzura se suscita en los tejados, entre el brillo anaranjado de un sol oculto, aislado, pelo entripado y en rizos debajo del guayabal donde parece llover dos veces, crujir de dientes insinuantes, labios que besan, mojan, mas, son ardientes...

sábado, 15 de octubre de 2016

PALO SI BOGA... (ii).

Tristeza que trae el tiempo que nunca es joven;
saudade,
maldades de una memoria de elefante,
por frustraciones quizás;
o por exceso de bondad en besos dulces
y risas señeras que encantan,
donde se repite el canto
en nuevas generaciones;
cosechas de orquídeas,
amapolas,
en esta estación de otoño,
inminente,
ya presente,
que en su arroyo,
no detiene los escollos
ni el ondular de las olas;
¿dónde te escondes amada,
de esas mieles que pasaron,
si ocultaste en caracola
ese cuerpo de sirena?,
es luna llena y aurora
en el patio de la casa,
donde otrora,
y aún presente,
arrastra mi cuerpo el alma...

PALO SI BOGA... (I).

Pues despertar me señala
entre los que agregan un día
añejante;
mas, ¡que interesante!,
sentir que la luz nos retrata
entre los vivos;
y es que si daño nos hace el vino,
no beberlo desespera,
nos incomodan barreras,
la sinuosidad,
el estero,
y vemos del mundo entero
éxito en las catapultas;
saltar es que nos repunta
hacia el verdadero ser,
el camino,
el placer,
del beso de amor siniestro,
ese calor que en su adentro
nos pide el agua y la sed...