viernes, 21 de marzo de 2014

¡MURIÓ DANIEL NIN, UN TÍO MUY ESPECIAL...!.

La noticia llegó inesperada, pues en nuestra despedida a distancia no quedamos en eso. Te comentaba que nunca estabas solo, que después de Dios, habías sido premiado por buenos y ejemplares hijos. Tuviste sobrinos que te reconocieron como padre y, otros, que como el que esto escribe, te vio siempre como hermano mayor. Contigo ratifiqué muchas de mis vivencias, eras la réplica de mi añorado tío ``Bevèn``, lleno de buen sentido del humor y aventuras tormentosas y jocosas. Hay partidas que duelen Daniel; te me alejas dejándome la primavera iniciada, mientras soñaba que en el trasiego de la vieja casona, allá, donde comienza la esquina del ``Rincón Callao`` de nuestro lar querido, Jaquimeyes, regaba flores junto a mi tío Vìctor, sintiéndose allí la presencia de otros tíos y tías, en los surcos amarillos, rojos y blancos de tu fructífera vida. Se asoma a mi alma soñolienta nuestros paseos en tractores por esos polvorientos mundos bateyanos, mecanizando, tù, en plena y hermosa juventud, tus hijos, aún pueriles, mientras me ufanaba del tío cuasi contemporáneo que con sus consejos me hizo soñar, reír y llorar... Mi madre, quien te consideró uno de sus hijos grandes, es quien me da la noticia, dejándome hoy sumido en una profunda tristeza, pero agradecido de Dios de compartir tu sangre.

¡Ve con Dios, tío querido, el camino no es tan largo...!.

2 comentarios:

  1. Profundo Primo, mi padre se goza hoy de tus buenos sentimientos y de la sagacidad de tu pluma. Daniel R. Nin

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    1. Gracias mi primo hermano. Ojalà el espìritu del hombre llegase hasta ahì y èl pudiere darse cuenta de que lo quise entrañablemente, pues siempre fue claro, sincero, sin reservas, pero, sobre todo, amoroso con la familia. Como parte de una familia de bajo perfìl, conservadora, mis escritos son poco conocidos, pero inspirados: cuando la nostalgia y la alegrìa me invade, o cuando existe motivo de llorar. Un abrazo.

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