No son sólo encantos
que el morbo alimenta,
lo conozco por la ciencia,
romanticismo, Edad Media;
el pincel de Miguel Ángel;
Giovanni Francesco Bordini,
donde no hay sangre,
recelos,
tampoco hay un derrotero
en esas damas hermosas
que de manera oprobiosa
exhibió el gran Botero;
es mujer, arte en su cuerpo,
es protesta y libertad,
desde tiempos de Jehová
sujetas siempre a sus puertas...
No importa el color, matices;
lleva en su ritmo la negra
el brillo de sus raíces;
rompe su alma las cadenas
del grito de Kunta Kinte,
moviendo así su cintura,
como un lema,
un desquite...