Estímulo del deber
en las luchas del prohombre,
quiero exaltar tu nombre
como símbolo de amor,
querer...
Recorres un largo trecho
en esas luchas del alma,
tu encanto quita el derecho
a tu sonrisa marcada,
hermosa en las alboradas
obviando códigos viejos,
pues te quedas en los espejos
de los amores a ultranza,
cánticos de esperanzas
se sienten venir de lejos.
¡Mujer!,
madre de hombres,
no importa los sin sabores
en tu milenario transcurrir,
tiene gracia hasta el parir,
nutrir de savia tu fruto,
a pesar los exabruptos
desde antaño y porvenir;
¿será tu eterno sufrir
equilibrio de este mundo?.
No, eres tú la panacea,
oasis en el desierto,
gritando a los cuatro vientos
tu belleza sinigual,
eres pasión y desvelos,
mujer sensual,
brújula de lindos cielos...