¡QUE BUENO!, NUEVA VEZ LA INDIA...
Ubicada en Asia del Sur, la que de otrora, me impresionó con su aporte a la simiente de nuestro suelo oriental, desde la diseminación del arroz, asumida por toda Asia; ni hablar del coco, la gallina, el gallo y hasta el faisán, caballos y rebaños que hasta hoy día adornan y reemplazan desde tiempos lejanos, no sólo el guayo, la yuca, el higüero, también los cantos fabulosos de higuanas, hurones y silbidos esotéricos de ciguapas.
Hoy, nos llegan las primeras vacunas; son como pinceladas de esperanzas donde cada inoculación es como semilla de mostaza que irá sanando, paliando y borrando paso a paso el tormento hecho pesadilla.
En esta etapa de la vida, sobre todo, la mía, me remonto al estoicismo de Mahatma Gandhi, a la bondad altruista y angelical de la Madre Teresa y, en sentido general, al atavío de las mujeres más hermosas del mundo, aquellas que su atuendo opresor les permite enseñar sus lindos ojos como estrellas del firmamento...