sábado, 28 de junio de 2014

¡SE VAN LOS DÍAS, SE VA LA VIDA: MUERE MI TÍO TEODULO NIN (QUICO)!

Hace pocos días perdimos a Daniel, hoy se nos va Quico, un tío, que, según el dicho popular se le muere a cualquiera. Pero no, ellos nos avisan el ocaso, la generación que nos deja y nos abre paso para que sigamos tras ellos. No hay edad para morir, pero cuando pierdo a mis tíos y tías en el discurrir de la vida, siento que me acerco al sepulcro cuan pie en el cadalso; se estrella mi corazón, y sus raíces se remontan al recuerdo, al cariño de un tío bueno, tierno con nosotros, sincero. Lo recuerdo junto a la soldadesca de antaño acompañado de mi también extinto tío Darìo, fusiles en manos, cartucheras y cantimploras al cinto, cuando mi padre, jocoso, notando la delgadez de su juventud, decía a mi madre: ´´Anita, ahí llegaron tus hermanos, soldados de la Patria, parecen dos guanimos liados en hojas´´...

Te fuiste mi tìo querido, mi hermanito, como solías llamarme, pero te llevas por fin un sufrimiento postrero que no mereciste nunca, fuiste bueno y amoroso; se van contigo, y le doy gracias a Dios, tus prolongadas vivencias de amores y desamores que disfrutaste, porque siempre me decías, ´´se sufre, pero tambièn se goza´´, pues nunca escondiste ese carisma de olfatear la hembra que da vida y que tambièn la quita, ni tu fuste de oficial de abolengo, acompañado de la gracia que te dio la vida. ¡Ve con Dios, mi tìo, hermanito querido...!.