jueves, 28 de enero de 2016

SAUDADE, EN SUEÑOS Y DESPIERTO...

¿Sabes? ´´Tù tienes todas las cosas que Dios hizo lindas en una mujer´´...; emulación de hermosa canción que habla incluso de las linduras de Adriana y Sofia Loren, y más que todas mis novias y más que la novia que tuvo Gardel...
Porque estás entre sueños, allá, en tu casa pueblerina, arrinconada entre bajadas de calles y chorreras, aguas que la hacen húmeda y en soledad; vista por sus galerías, colores, que se descascaran junto a la sonrisa de las flores; ella guarda tu recato provinciano, entonando tu color de india mora que es la envidia de la aurora y aquellos rayos de sol; tu risa encantadora entre voz de niña quejumbrosa y especial gracia; guarda, callada, esa casa, tu cuerpo al dente, esculpido, hábitat como cuan nido de oscura paloma en vuelo entre desvelos y alas; acechos de tiernos ojos, tambores de corazón, locuras insospechadas...

miércoles, 20 de enero de 2016

¿ESPERANZAS?

Porque la inspiración llega con la nostalgia, la musa hace de la congoja su cardo de cultivo; entre el dolor nos hace grande, como aquello de que ´´lo que no te mata te cura´´, más allá, por los confines de mis lares, ´´Dios da la llaga y también la medicina´´, y sigues tu camino de entuertos, aprendiendo a lidiar con la pena; perder, porque es parte de la vida, entre la risa y el llanto, porque la vida, dice el filósofo, es un péndulo entre la alegría y la tristeza; en tanto, espero, bien sè que hay un amplio cielo de un espesor muy variado, lleva nubarrones negros, pero entre el blanco azulado de un amor que sí es sincero, y espero; espero que el horizonte se acerque y me desmonte esta, mi pesada carga, y el oasis, que es tu vida, en tus labios traiga paz, pasión y calma...

jueves, 14 de enero de 2016

¡CUANDO QUIEN ESTÀ EN LECHO DE HOSPITAL ES TU MADRE...!.

¡Oh madre mía!,
que sea una tempestad;
una más de las que venciste
con tu valor espartano,
no te sueltes de mis manos
ni resbales estos dedos
que te aprietan con denuedo
en mis recuerdos de antaño;

Eras china trigueñita,
de ojos profundos,
brillosos,
tus cachetes con pequitas,
tus cariños tan golosos;

¡Quédate madre!,
¡Quédate entre nosotros!;
porque  en esos caminos,
angostos,
aún labra el carpintero,
ciguas palmeras que en sueños
cantan dulzuras,
primor;
sigue tu rumbo mi vieja,
te saluda el ruiseñor;

Allá, en tus caminos de acoso,
donde urgida,
entre tus brazos,
mojaba tu espalda estrecha;
hoy te saludan los vientos,
aquella brisa sureña,
la inhospitalidad del campo
y las gramíneas cañeras;

¡Te quiero viva!, madre,
aunque sea para aguantarme
la felicidad que anhelo;
es la moral que tù das
de un instinto inmaculado,
en ti no existe hijo feo,
tampoco los hijos malos;

Aunque sea para mecerte,
ante el alba, 
un nuevo sol;
decirte siempre ¡te quiero!,
mientras ves nacer la flor...

¡Bendición mamá querida!.